Durante los últimos meses el conflicto entre el presidente Andrés Manuel López Obrador y el gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro, ha desatado una guerra de declaraciones debido a las diferencias ideológicas de ambos.
No obstante, este jueves, el jalisciense pareció doblegarse ante la figura del titular del Ejecutivo pues en conferencia matutina ofreció una tregua para iniciar una nueva etapa de diálogo y cooperación para llevar a los ciudadanos un estado pacificado.
“Defender a Jalisco no significa confrontarse con el Gobierno de la República, tener diferencias en la manera de ver algunos temas no significa que seamos enemigos. Hablar con la verdad y de frente puede hacerse con respeto y reconocimiento al presidente de todos los mexicanos”, comentó desde Zapopan.
Asimismo, el gobernador insistió en que no sólo acompañó a Andrés Manuel por mero protocolo, más bien su intención es sostener un diálogo que permita elaborar un plan para la reconstrucción del país luego de la crisis sanitaria por coronavirus.
“Hoy más que nunca, Jalisco necesita de su presidente. Por eso, vengo hoy a proponerle que nos demos la oportunidad de corregir el rumbo para iniciar una nueva etapa de diálogo y cooperación por el bien de México. Sólo pedimos ser escuchados, que los asuntos de interés nacional en los que los estados que conformamos este país no estemos de acuerdo con la federación, sean puestos sobre la mesa con voluntad para encontrar una salida”, complementó.
