Los nueve alcaldes de oposición con los que tendrá que lidiar la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaun, a partir del próximo 1 de octubre, podrán gobernar sin contrapesos en sus respectivas demarcaciones, gracias a Morena.
Durante el proceso de creación de la Constitución de la Ciudad de México se pensó en que las alcaldías que sustituirían a las delegaciones deberían contar con órganos colegiados que sirvieran de contrapeso a los alcaldes, de manera similar a como ocurre con las presidencias municipales de los estados.
Fue así como en el artículo 122 de la Constitución local se incluyó la figura de los Consejos de las Alcaldías, los cuales se integran a través de concejales electos mediante el sistema de representación proporcional como parte de las planillas registradas por los partidos políticos.
Estos órganos colegiados tienen la facultad de aprobar el Presupuesto de Egresos de la Alcaldía, ajustar el gasto corriente a las normas y montos máximos, revisar los tabuladores de remuneraciones de los servidores públicos y supervisar todas las acciones de gobierno, entre otras.
Parecía buena idea. Solo que Morena, que dominaba el Congreso Constituyente y que se preparaba para gobernar en la mayoría de las nuevas alcaldías, le puso candados a la operación de los órganos colegiados, para que no le estorbaran.
De entrada, Morena logró meter en la legislación una fórmula mediante la cual se garantiza que en cada consejo el partido del alcalde tendrá la mayoría de concejales, lo que convirtió a estos órganos en una correa de transmisión de las disposiciones del gobernante local.
Adicionalmente, tanto en la ley como en la práctica, el gobierno central, a cargo de Claudia Sheinbaum, puso un sinfín de obstáculos burocráticos para impedir el funcionamiento de los consejos, entre los que se encuentran el retraso de los recursos correspondientes.
Como consecuencia, los consejos de las 16 alcaldías de la Ciudad de México son elefantes blancos. Casi nadie sabe de su existencia y pocos están consientes de que el pasado 6 de junio, cuando votaron a favor de un alcalde, también lo hicieron por toda una planilla.
Estos consejos inoperantes fueron concebidos por Morena pensando que todo el tiempo gobernarían en la mayoría de alcaldías. Pero ahora los alcaldes de oposición seguramente le agradecen al partido guinda el regalazo, que les permitirá ejercer sus funciones sin contrapeso alguno.
