Tras los señalamientos a su aspirante presidencial, Ricardo Anaya, la dirigencia del PAN anunció hace una semana que rompía interlocución con el Gobierno Federal.
Siguiendo con su espectáculo y berrinche, este jueves Acción Nacional informó a su Comisión Permanente, la decisión que tomaron luego de que hace dos semanas Movimiento Ciudadano los convocó a dejar de tener diálogo con el gobierno priista.
“Se equivocaron quienes creen que el PAN se dobla de esta manera, tenemos 78 años de lucha, somos un partido acostumbrado a luchar contra el autoritarismo“, dijo el presidente nacional de los blanquiazules, Damián Zepeda.
El flamante dirigente nacional del PAN, advirtió desde la semana pasada que no contará con la interlocución del partido y se mantendrán firmes ante la guerra sucia, mientras el gobierno actúe con “autoritarismo y represión”.
Sin embargo, la dirigencia de Acción Nacional y de Movimiento Ciudadano siguen sin aclarar las consecuencias que podrían traer sus declaraciones absurdas.
Se olvidan que, a pesar de que se crean dueños de dichas instituciones políticas, hay militantes, consensos, legisladores, leyes, propuestas, ideologías, mismas que hacen valer una democracia.
Hay temas pendientes en el Congreso, trabajos que coordinar con gobiernos emanados de la alianza PAN-PRD y un sistema de trabajo que depende de todas las partes, incluidas el gobierno federal. ¿Congelarán los panistas a sus legisladores?
Damián Zepeda y Dante Delgado no recuerdan tampoco que hay diferentes opiniones y posicionamientos incluso dentro de sus partidos.
Si no hay interlocución con el gobierno federal, el recurso que tanto exigió Javier Corral a Hacienda, ¿quedará pendiente? Las entidades gobernadas por el PAN quedarían entonces a su suerte.
En su afán de llamar la atención, los dirigentes nacionales del PAN y MC hacen uso de nueva cuenta del recurso mediático al ver arrinconado a su candidato presidencial, Ricardo Anaya, quien está involucrado en presunto lavado de dinero.
Los únicos que salen perdiendo con sus grandes ideas y posturas, serán los ciudadanos a quienes prometieron una mejor calidad de vida y rendición de cuentas. Ello no cuenta, porque estamos de cara a unos comicios presidenciales.
