Aunque los integrantes de la Cuarta Transformación afirman que dentro de sus filas no existe lugar para a corrupción ni el nepotismo, este martes la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) dio luz verde para la denuncia de Ricardo Garza Espíritu en contra del morenista Manuel Rodríguez Murillo.
El primero acudió a la CIDH luego de que Murillo fuera designado como contralor del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) por parte de la Junta de Coordinación Política (Jucopo) de la Cámara de Diputados liderada por Mario Delgado.
Lo anterior incluso cuando Garza Espíritu ya había sido previamente seleccionado por las comisiones de Transparencia y Autocorrupción y vigilancia de la Auditoría Superior de la Federación (ASF).
“Se impidió al peticionario el acceso en condiciones generales de igualdad al cargo de contralor general del Inegi de mi país y, por otra parte, fui objeto de una disimulada discriminación por no pertenecer al partido político imperante (Morena) en el Congreso”, detalló el denunciante desde el pasado 16 de diciembre.
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Para el también aspirante, en ese entonces, no es justo que el propio Estado Mexicano engañe y amañe la selección de representantes que estarán al frente de instituciones tan importantes para todos los mexicanos.
