¿A quién le importa la educación?

A propósito del fin de año, en La Otra Opinión recordamos algunos momentos clave en la implementación de la Reforma Educativa. Después de todo, 2015 será el año en que –luego de meses de estira y afloja–, finalmente comenzó a andar esta reforma, uno de los proyectos más ambiciosos del gobierno de Enrique Peña.

Aquí, desde un principio, hemos documentado las grillas y los pleitos; los cambios y los enroques; los éxitos y los fracasos del proceso de implementación de la reforma educativa.

No obstante, pocas veces nos hemos preguntado ¿y la educación? ¿a quién le importa?

No sobra cuestionar, ¿de qué sirve a millones de niños que una subsecretaría de Estado negocie con el magisterio disidente?

¿De qué sirvieron los relevos en la secretaría de Educación Pública?

¿De qué sirven las presiones de la CNTE?

¿De qué sirven, cada lunes, las fotos del secretario de Educación en alguna escuela del país?

¿De qué sirven las aspiraciones políticas de Aurelio Nuño?

¿Sirven de algo?

¿Eso le dará a México mejores maestros y, con los años, mejores profesionistas?

Dicen los enterados, que la respuesta es no.