A Lula da Silva le llueve sobre mojado

El ex presidente Luis Inácio Lula da Silva enfrenta una tercera acusación judicial. Ahora es culpado de haber participado en fraudes en el Banco Nacional de Desenvolvimento Econômico e Social (BNDES, Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social), en la capital federal.

El Ministerio Público Federal lo acusa por delitos de delincuencia organizada, blanqueo de capitales y tráfico de influencias.

Por su parte, los fiscales solicitan que Lula sea condenado por delincuencia organizada y blanqueo de capitales (delito que, según los investigadores, cometió 44 veces).

El caso está relacionado con las obras que el empresario Marcelo Odebrecht, dueño de la constructora Latinoamericana realizó en Angola con la ayuda de préstamos del BNDES.

Los abogados de da Silva expresaron que tanto los fiscales como la justicia tienen como objetivo real impedir que el líder del Partido de los Trabajadores vuelva a disputar la presidencia en 2018 y señalaron que están trabajando de manera parcial.

Aunque el ex mandatario no se mostró preocupado ante la opinión pública por las dos acusaciones anteriores y negó en más de una ocasión haber participado en los actos de corrupción que se le imputaron, de comprobarse que los señalamientos no son una guerra jurídica en su contra, no sólo no podría contender para la presidencia en 2018, sino que podría ir a prisión.