TRAGEDIA EN CHIAPAS, OTRA FARSA DE AMLO

Otra vez los más pobres y los indígenas del país. De nueva cuenta Chiapas, una de las entidades más abandonadas en toda la historia de México

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Otra vez los más pobres y los indígenas del país.

De nueva cuenta Chiapas, una de las entidades más abandonadas en toda la historia de México.

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Sí, de nuevo la tragedia, la zozobra, las calamidades y, sobre todo, el abandono del poder central.

Y no podía falta, otra vez, la impostura del gobierno federal, del presidente Obrador y de aquellos que hace casi 30 años se proclamaron como salvadores de los indígenas chiapanecos.

Y es que sólo basta hacer memoria para recordar que luego del alzamiento zapatista en Chiapas –el 1 de enero de 1994–, pareció llegar la reivindicación de los pueblos originarios, por parte del Estado mexicano.

Sin embargo, 29 años y 10 meses después, los pueblos chiapanecos, las comunidades indígenas y la sociedad toda de esa entidad viven peor; terror, violencia, crimen y, en especial, el abandono y la mentira oficiales.

Sí, Chiapas vive hoy una de las peores tragedias sociales, luego que hace casi 30 años llegaron “salvadores” como el EZLN –con sus fusiles y su filosofía revolucionaria–, luego que diarios como La Jornada mostraron al mundo la tragedia chiapaneca y que políticos, como López Obrador, prometieron el oro y el moro.

¿Y por qué en Chiapas se vive una de las peores tragedias?

Porque a Chiapas llegaron otros conquistadores, otros ejércitos y otros matones que disputan la geografía fronteriza y el paso de todo tipo de mercancías rumbo a Estados Unidos; rentable mercancía humana y todo tipo de precursores para fabricar las no menos valiosas drogas sintéticas.

Y frente a la nueva tragedia que viven las comunidades indígenas de Chiapas, que enfrentan sus pueblos y la sociedad en general, resulta que desaparecieron no solo quienes se proclamaron salvadores de los indios –como el EZLN–, sino los políticos fantoches –como AMLO–, y medios como La Jornada, cuyos directivos, reporteros y articulistas pelean por el saqueo sexenal y confirman el falso amor por las causas indígenas.

Y es que igual que ha ocurrido en todo el país en los últimos cinco años –justo durante el gobierno de AMLO–, a Chiapas llegaron los barones del crimen; los cárteles de Sinaloa y Jalisco, además de la disputa por el territorio, por los negocios que florecen en toda frontera y llegó el terror y la muerte a manos de los nuevos aliados del gobierno; las bandas criminales.

Y por eso obliga preguntar.

¿Dónde está, por ejemplo, al fantoche “subcomandante Marcos”, que declaró la guerra al Ejército Mexicano, sometió al gobierno de Salinas y que por años se alió al populista López Obrador?

¿Dónde está el EZLN que no ha sido capaz de “declarar la guerra” a los cárteles de Sinaloa y Jalisco; verdaderos ejércitos criminales que no se andan con juegos y que no piden permiso para disparar?

¿Dónde está el amor por los pobres, que pregonó el líder social López, quien abrazó para la foto al impostor “Marcos” y a la falsa Rosario Ibarra?

¿Por qué razón, una vez convertido en presidente, AMLO otorgó “carta blanca” a sus aliados de los cárteles de Sinaloa y Jalisco para depredar y aterrorizar a Chiapas, a las comunidades indígenas y a la sociedad toda?

¿Dónde están los directivos de La Jornada; articulistas y críticos que defendían de dientes para afuera a los indígenas y exigían respeto a los usos y costumbres e independencia para sus comunidades?

Lo cierto es que, igual que ocurrió en el caso de “los 43”, en Chiapas se confirmó que impostores como el EZLN, políticos como Obrador y diarios como La Jornada, sólo usaron a los indígenas y a los pobres de esa entidad, con fines político-electorales y de propaganda para acceder al poder.

Y cuando López llegó al poder presidencial, se deslindó del EZLN y se olvidó de Chiapas y de los pobres.

Cuando el EZLN no logró imponer a sus candidatos a gobiernos estatales y municipales, simplemente desapareció y olvidó la guerra contra los ejércitos que someten a los indios chiapanecos.

Y cuando el diario La Jornada ha recibido casi mil millones de pesos en el sexenio, sus directivos, articulistas y críticos mejor se dedicaron a cuidar el botín, antes que pelear por los indios chiapanecos.

Hoy Chiapas y los chiapanecos viven peor que hace 30 años, cuando un puñado de fantoches “engaña-bobos” se dijeron listos para pelear por las comunidades indígenas de esa entidad.

Sí, tragedia chiapaneca que confirmó que tanto guerrilleros, como políticos y periodistas que se dijeron amantes de los pobres, no eran más que vulgares vividores y farsantes.

Sí, la historia se repite y parece que nada aprendemos en la trinchera de la sociedad.

Al tiempo.