En el siglo XVII el dramaturgo japonés Chikamatsu Monzaemon escribió la obra Los Amantes Suicidas de Sonezaki donde cuenta la historia de amor de Tokubei y Ohatsu, él es un huérfano que labora en el negocio de venta de aceite y soya de su tío y ella es una prostituta.
Ambos están enamorados pero, como en todo drama, hay impedimentos que los separan. El trabajo de ella, es uno, mientras que el otro es el tío de Tokubei, quien quiere que el joven se case con otra de sus sobrinas.
De este modo, cuando el muchacho se rehúsa a desposar a una mujer que no ama, el pariente lo corre del negocio y lo abandona a su suerte.
La obra nos relata una serie de infortunios que complica la unión de la pareja, los cuales además no podrán resolver.
Por esta razón ambos deciden quitarse la vida al mismo tiempo en el Bosque de Tenjin, junto a un árbol.
Ohatsu muere primero, cuando Tokubei le pasa una navaja por el cuello; él muere enseguida, cuando con la misma arma blanca corta su yugular.
Resulta curioso como obras como esta, y otras más, han hecho del suicidio una figura romántica que muchos adolescentes se creen debido a su inmadurez y a la desatención adulta.
Un caso que nos sirve como ejemplo apenas tuvo fecha el pasado 7 de octubre, cuando dos estudiantes de la Secundaria Federal número 17, de 14 años de edad, decidieron faltar a clases y más tarde saltar de un mirador de 15 metros ubicado en el centro comercial de La Cúspide, en Ciudad Satélite.
De acuerdo con la información, los menores dejaron cartas a sus padres de familia y a sus maestros para disculparse por el acto que le costó la vida a ella, y serias lesiones a él que al día de hoy lo mantienen en terapia intensiva.
En Los Amantes Suicidas de Sonezaki, Monzaemon describe el suicidio como la única posibilidad para el amor; sin embargo no hay que dejar de señalar que la obra fue escrita hace tres siglos, cuando las circunstancias eran otras… Y además es ficción.
En el caso de la vida real, aún se desconocen los motivos por los que Karla y Erik decidieron quitarse la vida; sin embargo es evidente que estos jóvenes enamorados antes que la muerte tenían más de una opción para resolver sus conflictos, ¿o no?