Durante semanas, muchos se han preguntado la utilidad, la viabilidad y la relevancia de que la Ciudad de México tenga una constitución propia.
Para algunos especialistas, no termina de quedar claro qué podrán –y qué no podrán hacer–, las autoridades de la capital del país.
Por eso, algunos aplaudieron que los responsables de debatir y aprobar la nueva constitución lo hicieran sin goce de paga.
Es decir, que el Congreso Constituyente no sangraría las arcas públicas.
Sin embargo, todo indica que la supuesta austeridad del Congreso Constituyente será una tomada de pelo. ¿Por qué?
Porque resulta que el INE pretende gastar 400 mil pesos en la elección de quienes formen parte dicho Congreso.
Según el INE, repartiría 100 millones de pesos entre los 10 partidos políticos que participarían en el ejercicio. Cada agrupación se llevaría la bicoca de 10 millones.
El resto del dinero –300 millones–, serían para cubrir los gastos de la elección.
Es decir, que el supuesto ejercicio de austeridad para conformar el Congreso Constituyente –cuya labor no queda clara para muchos–, en realidad nos costaría 400 millones de pesos.
¿No que el nacimiento de la Ciudad de México no implicaría un gasto excesivo? ¿no que son tiempos de cuidar los recursos? ¿y de qué servirá todo esto? ¿alguien sabe? ¿alguien nos explicará?
