¿Qué opinan los expertos sobre el Chapo y su recaptura?

Después de la segunda captura del Chapo, en La Otra Opinión entregamos un recuento de opiniones de expertos.

A la fecha hay quienes apenas escriben sobre el tema, pero también hay muchos que se recopilaron en días pasados y siguen teniendo qué decir, por eso actualizan su punto de vista luego de que se dio a conocer información nueva.

Dejamos a continuación algunas de las opiniones más relevantes que hemos encontrado en los principales medios de noticias.

 

El pedo de Sean Penn

Jorge F. Hernández

…En la entrevista con Penn el Chapo habló de empresas a través de las cuales ha lavado dinero, habló de las bondades en invertir en el sector petrolero (reconociendo que por sus giros él mismo no podría invertir en pozos ni destilados) y hay más de un fleco suelto que no debemos pasar por alto como si fingiéramos no percibir el sutil aroma de un cebadito de guayaba. Ni el gobierno de México en su apresurado afán por darle fast-track a la extradición de Joaquín Guzmán Loera, ni el gobierno de los Estados Unidos, ni el sinfín de argonautas del Twitter y apóstoles del Feis han recalado en el verdadero horno de lo hediondo: durante sus meses en captura (de todas las veces que ha pasado por las rejas) el propio Chapo farda que jamás han decaído el mercado, alterado el nivel de precios o mermado los puntos de equilibrio entre Oferta y Demanda de mariguana, cocaína y metanfetaminas, también está claro que jamás han congelado sus cuentas ni de ahorro ni de inversión, jamás se ha movido a su mamacita de rancho ni a sus hijos de jugueterías de prestigio donde compran los teléfonos negros que ahora nos enteramos los de abajo que son indetectables, los botones galácticos que te permiten volar aviones sin que te detecten radares, los entramados amplios de complicidades diversas que les permite operar en 50 países del mundo entero, aunque sólo sea México el que aparece como el escenario surrealista e indescifrable, mucho más de novela de Jorge Ibargüengoitia que de Arturo Pérez Reverte, y huele tan mal que el guión que quería encargar el narco en realidad ya se volvió aún más impredecible: déjenlo hablar y que hable mucho y en una de ésas el Chapo termina comprometiendo a toda la civilización occidental en una inmensa nube de estercolero o búsquenle productor galáctico que logre filmar su ilegal fusilamiento o lobotomía en un búnker de Arizona o el azaroso infarto al volver a subirlo en un avión o el infinito silencio de los inocentes que en realidad son culpables de haberse tirado el pedo del siglo.

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Maldito seas, Sean Penn

Diego Fonseca

Desde hace al menos tres años, Joaquín Guzmán Loera buscó que el mundo conociera su historia por propia boca. El año pasado dio una entrevista a Rolling Stone -que se acaba de publicar- y hace pocos días cayó prisionero por la imprudencia de producir una película, su último intento para propagandizarse. Antes, El Chapo quiso que alguien escriba la historia de su vida.

Un día de enero de 2012, cuando Washington DC era un pantano de humedad gélida, una editora amiga me llamó para tentarme con una oferta que no podía rechazar: El Chapo Guzmán, dijo, quería contar su vida y ella me había elegido a mí como su autor. Un cirujano plástico amigo de El Chapo había llamado de buenas a primeras a su compañía en busca de quien le abriera las puertas a la historia del narco más famoso del planeta. Podían haber elegido cualquier otra editorial, dijo, pero la fortuna —o la guía telefónica— quiso que la suya, Aguilar, comenzase con la letra A. El Chapo quería narrarse a sí mismo, cansado de que la Historia lo tuviera del lado de los malos y no como un bandido con corazón…

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No lo entregue a Estados Unidos, Presidente

Ciro Gómez Leyva

…Si la extradición se consuma, como perfila el comunicado de la PGR, el presidente Peña Nieto diluirá parte del éxito de la captura y perderá una oportunidad de oro para relanzar su proyecto de seguridad, y para decirle al mundo que México corrigió las fallas y, como lo demostró la aprehensión en Los Mochis, es un país con estándares internacionales, no sólo para dar con los delincuentes más temibles, sino para someterlos. Mandarlo a Estados Unidos es el camino fácil. Y el reconocimiento de que las autoridades mexicanas son incapaces de evitar una nueva fuga.

Una vez agotado el trámite de amparos, juzgados y tribunales colegiados, el documento para conceder la extradición a Estados Unidos tendrá que llegar al escritorio del Presidente de la República. Y es facultad discrecional de él concederla o no, determinar si procede o no.

Costaría comprender que la notoriedad de la captura, celebrada como gesta histórica por el cuerpo diplomático y el gabinete de seguridad, concluya en la claudicante entrega de un prisionero al gobierno de Obama, quizá al de Trump.

Aproveche para relanzar los programas carcelarios, Presidente. Sírvase de la captura para borrar la imagen bananera que le estampó a su administración el escape por la regadera y el túnel. No lo entregue a Estados Unidos. El México institucional tiene que ser mucho más que El Chapo.

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‘El Chapo’ y el espectáculo de la sospecha

Héctor De Mauleón

…Desde su primera aparición pública en el aeropuerto donde mataron al cardenal Posadas en 1993, ocasión en que el país oyó por primera vez su nombre y se enteró que policías, Ministerios Públicos, jueces, procuradores, militares y políticos de toda laya se encontraban en su nómina, El Chapo se convirtió en una especie de personaje público que pobló la vida oculta de México.

Entró a una cárcel de máxima seguridad y la compró. Escapó durante una década, corrompiendo todo lo que lo tocaba —y casi nadie está en la cárcel por ello. Hoy sabemos, sin embargo, que por donde pasó hubo un policía, un militar, un funcionario, un político dispuesto a solaparlo. Así forjó uno de los cárteles más poderosos, y adquirió los submarinos, los barcos, los aviones que le presumió a Sean Penn.

Escapó de nuevo el año pasado e ignoramos aún a qué nivel de encumbramiento llegan los funcionarios que colaboraron en su fuga. Las guerras que El Chapo ha emprendido representan acaso la mitad de las 120 mil muertes ocurridas desde que empezó la guerra contra el narco. Su cártel ha matado y mutilado personas.

El Chapo es posible por todo lo malo que hay en México. El Chapo que vemos hasta en la sopa representa la corrupción, la ineficacia, la podredumbre que envuelve al negocio de la política. Es la prueba más fehaciente de por qué no hay qué confiar en el Estado.

No critico pues a los compatriotas que el día de su detención no se chuparon el dedo. Sin embargo, tengo ganas de rebelarme ante la sospecha zonza, sistemática, envenenada, a la que Paz atribuyó el odio, y la destrucción del razonamiento.

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El triunfo de Joaquín Guzmán

León Krauze

¿Cómo juzgar la entrevista que el actor estadounidense Sean Penn, con la coordinación de la actriz mexicana Kate del Castillo, realizó a Joaquín Guzmán? Primero hay que quitarse las telarañas que invitan a no leer el encuentro entre El Chapo y Penn como un trabajo periodístico. En su artículo para Rolling Stone, Penn se asume, de manera explícita, como periodista: “Cuando hago periodismo, no acepto pago alguno”, dice. Su intención, pues, era enfrentar a Joaquín Guzmán desde la trinchera, en los términos y con las herramientas del periodismo. No se encontró con El Chapo para discutir la producción de una futura película sobre la vida del jefe del Cártel de Sinaloa. Tampoco lo hizo sólo por curiosidad, aprovechando el vínculo con Del Castillo. Se acercó a la actriz (y luego al capo) porque de tiempo atrás pretendía escribir algo para Rolling Stone y una plática con Guzmán sería —¡y cómo no!— la cereza en el pastel. Para Penn, la entrevista equivalía a encontrarse con un jefe de Estado: “Hoy México tiene, en efecto, dos presidentes”. Así consiguió Sean Penn la entrevista, así la asumió y así se preparó para ella. Un periodista haciendo su trabajo. Así hay que juzgarlo…

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Juan Ignacio Zavala

Sin regateos: felicidades al presidente Peña Nieto por la captura de El Chapo. Debe sentirse satisfecho. Es la exitosa enmienda de un error catastrófico. La captura es la muestra de que no somos ese país bananero y corrupto de la cabeza a los pies que, lamentablemente, es la imagen que ha dado este gobierno. El Presidente debe sentirse contento, pero tampoco debe arrojarse a la falsa sensación de la “misión cumplida”.

También sin regateos hay que decirlo: El Chapo debe ser extraditado a la brevedad. Claro que hay que cumplir con el mandato legal, pero hay que hacer lo necesario para agilizar ese trámite. Extraditarlo es una decisión tan importante como la de apresarlo.

El Estado mexicano ha mostrado una eficiencia operativa para capturar al narcotraficante. Esta última aprehensión fue en un tiempo breve. El trabajo de las fuerzas armadas es profesional, de alto nivel e institucional. No importa el partido del que provenga el Presidente. La lealtad y la eficiencia del Ejército y la Marina están más que probadas. Desgraciadamente en el ámbito civil no podemos decir lo mismo. Las fugas del delincuente son la muestra de la podredumbre que campea en ese ámbito.

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Chapoteando 1. Eficacia y ridículo

Héctor Aguilar Camín

…¿Cómo hemos llegado a esta deleznable notoriedad? ¿Qué secuencia de errores ha vuelto central en nuestro presente a este sangriento personaje y su sangriento oficio que, para colmo, tiene los rasgos de una  mitología, de una leyenda mexicana?

¿Cómo hemos llegado aquí? ¿Qué hemos hecho tan mal para ser medidos como país por si agarramos o se nos escapa El Chapo? Terrible que sus fugas y sus capturas sean la medida de nuestro fracaso o nuestro éxito como país.

Terrible también la cantidad de gente, empezando por la autoridad, que dice o parece decir que hay que extraditar a El Chapo porque somos incapaces de mantenerlo preso.

Hay una triste y resignada idea de nuestro propio país en este diagnóstico: “No podemos con éste, dénselo a los gringos que sí pueden”. Es como una renuncia incluso a la idea de a que podemos corregir nuestros errores y mantener preso a un delincuente en una cárcel segura donde no tenga las ventajas que tuvo para escaparse dos veces.

¿No podemos corregir ni siquiera esto, luego de habernos equivocado a fondo? ¿No podemos tener preso ni siquiera al más peligroso preso de México?…

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El Chapo: política, terruño y video

Jorge Fernández Menéndez

Desde hace semanas se tenía determinado un esquema de reclusión. Se pensó en otros penales más modernos y mejor equipados que Almoloya, pero creo que las autoridades se decidieron a regresarlo allí porque es, también, una demostración de fuerza y de reafirmación de sus capacidades: un Estado no puede estar constantemente temeroso de su presunta debilidad, convencido de que la traición y la corrupción son más fuertes que él. Sería inadmisible que no se hubiera aprendido la lección de julio. Y estoy convencido de que no se permitirá que algo similar vuelva a ocurrir.

Esto tiene relación con algo que señalábamos antes: fue detenido con vida. No es un dato menor. Todo el mundo pensaba, incluyendo El Chapo, que si se lo volvía a encontrar, su destino sería el mismo que el de Pablo Escobar, muerto en una azotea de Medellín (por cierto, tanto Escobar como a El Chapo, aunque eran parte de una búsqueda nacional e internacional, decidieron quedarse en su terruño, cerca de los suyos en lugar de tratar de esconderse en el otro extremo del mundo). Pudo haber ocurrido así pero, a diferencia de Escobar, que literalmente se hizo matar en la persecución, El Chapo trató primero de escapar y cuando fue localizado en la fuga no ofreció resistencia. El que haya sido capturado con vida es un plus, un mérito, en el operativo que se implementó para su búsqueda.

La captura de El Chapo es un triunfo político y es también una oportunidad: más allá de su caída, hay que aprovechar el momento y la demostración de fuerzas que implica, para convencer a gobiernos, partidos y el Congreso, de que de una vez por todas se debe trabajar en temas centrales de la seguridad, postergados durante casi una década. Entre ellos y en forma prioritaria, el nuevo sistema policial para todo el país y una transformación completa del sistema de reclusorios en todos los niveles.

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El señor de los suelos

José Cárdenas

Desde ese momento El Chapo supo que Kate del Castillo sería la llave para lograr el objetivo para inmortalizar su leyenda. A través de ella llegó al actor Sean Penn—dos veces ganador del Oscar— y acarició el sueño de convertirse en personaje de película admirado por todo el mundo. Concedió al actor y a la actriz una entrevista de siete horas y respondió preguntas mediante videos y mensajes. Sus contactos con el mundo de la farándula hollywoodense terminaron por delatarlo y acelerar su persecución y recaptura, presumen altos oficiales del gobierno.

El mayor traficante de heroína, cocaína, metanfetaminas y mariguana del mundo, dueño de aviones, barcos y submarinos (como él mismo se definió ante Sean Penn), es, entre muchas cosas, un sujeto emocional. Los vaivenes de su carácter complejo lo llevaron de la violencia criminal al amor paternal y a la necesidad de satisfacer un ego desbocado. Otra vez, a El Chapo lo perdieron sus pasiones.

EL MONJE FILOSO: ¿La entrevista de Sean Penn (en Rolling Stone) —lograda por mediación de Kate del Castillo— pretende la humanización del delito?

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Vanidad de vanidades

Gil Gamés

Gil se quita el sombrero y se pone de pie, luego se arrodilla y se pone el sombrero. Después se lleva los dedos índice y pulgar al nacimiento de la nariz y cavila: lo peor de la realidad es que siempre parece ficción. Gilga buscó el origen con denuedo (gran palabra) y lo encontró en La Biblia. No es vacilada, la raíz se encuentra en Eclesiastés 1-3, ahí está la respuesta a los días del Chapo en fuga, en palabras del Predicador, hijo de David, rey de Jerusalem: “Vanidad de vanidades, dijo el predicador, vanidad de vanidades, todo es vanidad”.

Guzmán Loera, el más grande distribuidor en el mundo de heroína, metanfetamina, coca y mariguana imaginó un legado en el cual la posteridad le hiciera justicia. Esa herencia sería una película.

Un día le pidió a su abogado y hombre de confianza que buscara a Kate del Castillo La Reina del Sur. Gamés no quisiera ponerse sonso, pero en Almoloya de Juárez o en Avenida Juárez él también habría buscado un acercamiento con madame Del Catillo. En eso, Gamés y El Chapose parecen, la misma generación. “Nunca tomo, pero con usted me voy a tomar una copa”, le habría dicho El Chapo a Kate durante la entrevista que tuvo lugar en un espacio ignoto con Chong Penn (el chiste le pertenece a Sergio Zurita): Miguel Ángel Osorio Chong Penn.

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El precio de la libertad

Eduardo Guerrero Gutiérrez

A veces olvidamos que las figuras públicas, incluso aquéllas que ostentan mayor poder, son seres humanos como los demás. Los riesgos que un fugitivo esté dispuesto a tomar son el factor clave para capturarlo. Aunque su historia es poco conocida, Frank Matthews ha sido uno de los mayores narcotraficantes de la historia. Fue pionero en el tráfico de heroína a gran escala (a principios de la década de los 70 controlaba el comercio de dicha sustancia en todas las ciudades de la costa este de Estados Unidos). Desapareció cuando ya era sujeto de una investigación de la DEA. Ni el gobierno norteamericano, con sus ingentes recursos, ha podido dar con su paradero en más de 40 años.

Matthews evadió con éxito la justicia porque estuvo dispuesto a renunciar a su vida en Estados Unidos (con toda seguridad se fugó al extranjero) y aceptó mantener un perfil bajo por el resto de su vida. Joaquín Guzmán Loera no estuvo dispuesto a pagar un precio tan alto por su libertad. Al parecer quedó expuesto por el apego a su familia o por el capricho de ser inmortalizado en una película. Si las cosas hubieran sido de otra forma, y la entrevista entre Sean Penn y El Chapose hubiera dado a conocer antes de que se concretara la captura, la humillación para el gobierno mexicano hubiera sido inmensa. Sin embargo, el gobierno federal supo aprovechar bien las debilidades de Guzmán Loera. Su captura no deja de ser un éxito y un alivio para Los Pinos. Después de meses de tropiezos, en un contexto de acelerada depreciación del peso, el viernes pasado el Presidente pudo salir sonriente ante los medios para anunciar un logro tangible. Por ello se explica el triunfalismo algo excesivo en sus mensajes.

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Pablo Escobar y El Chapo: miedo a la extradición

Leonardo Núñez González

¿Por qué uno de los narcotraficantes más temidos de la historia peleó con tanto ahínco contra la extradición? La respuesta está en los mismos hechos: al seguir dentro del débil entramado institucional de su país, su poder real y su capacidad para corromper se mantuvieron casi intactos. Por el contrario, una cárcel de máxima seguridad en Estados Unidos es intimidatoria en sí misma: una aislación casi total del exterior con visitas controladas y permanentemente vigiladas en las que el poder y el dinero no hacen gran diferencia.

En México vimos cómo el gobierno se negó a extraditar a El Chapo Guzmán. Se consideró que las instituciones mexicanas eran lo suficientemente fuertes y confiables. Las similitudes con Escobar y Colombia aparecieron de inmediato: a pesar de estar en una prisión de máxima seguridad, el poder del capo no se vio mermado y hasta tuvo reuniones con abogados y familiares 81 por ciento de los días que estuvo recluso, por lo que no fue complicado elaborar el plan y corromper a las autoridades necesarias para su segundo escape.

Ahora que ha sido recapturado, ya no debería ser tema de discusión la pertinencia de su extradición, es evidente que lo es. Sin embargo, aceptarla no es un sinónimo de derrota e incapacidad del Estado mexicano. No estamos ni cerca de los niveles que vivió Colombia. Ahora la extradición debe ser vista como una herramienta de apoyo en el proceso de construcción de instituciones sólidas. Aceptarla no es derrotismo, sino el inicio de un proceso para que la extradición realmente sea innecesaria.

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El acierto como obligación

Javier Solórzano Zinser

…El gran problema sigue siendo el mismo. No se ha desactivado la estructura económica del capo, todo parece seguir intacto. Lo que sabemos tiene que ver con el trabajo coordinado que llevó a la detención de Guzmán Loera, lo cual era una obligación que se ha cumplido.

Sin embargo, no se tiene información de que las redes de El Chapo hayan sido desarticuladas. ¿Quiénes son los empresarios que se llevan una “tajada del pastel”? ¿Por qué no se sabe y qué entornos impiden saberlo? ¿Quién esconde a quién?

El gobierno debe una explicación porque si no es así de nuevo la detención, incluida su eventual extradición, dejará la estructura intocada y vigente para que alguien la retome con facilidad.

A El Chapo le ganó la vanidad. Se emocionó con una actriz que le mandó reconocimientos confusos y fuera de lugar, la cual además le puso enfrente a un gran actor y terminó por creer que el siguiente paso era ver su estrella en Hollywood Boulevard.

Más allá de la segura extradición, si el gobierno no va a fondo el tiempo lo hará de nuevo cómplice. En su acierto tiene que saber ir hacia adelante y no regodearse en su obligación…

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Misión imposible

Sergio Sarmiento

La captura de El Chapo en una batalla en un barrio residencial de Los Mochis en que vive la propia madre del gobernador Mario López Valdez de Sinaloa fue obra, según el New York Times, de las autoridades mexicanas sin apoyo de las estadounidenses. La Marina, que se ha convertido en la policía más eficaz del Estado mexicano, llevó a cabo el operativo en el que fallecieron cinco personas y varias más resultaron heridas pero que concluyó con la captura.

El gobierno ha vuelto a recluir a El Chapo en el penal del Altiplano del cual se evadió el 11 de julio de 2015. Esto ha generado cuestionamientos, pero esta cárcel sigue siendo la más segura del país. La de Puente Grande, Jalisco, es la segunda, pero de ella también se evadió El Chapo en 2001.

La gran pregunta ahora es si Peña Nieto tratará de mantener a El Chapo en cárceles mexicanas, para demostrar que México es un país soberano y con capacidad para castigar a los criminales, o si preferirá lavarse las manos y extraditarlo a Estados Unidos. La decisión, sea cual sea, será altamente controvertida.

Yo no sé si la o las películas que saldrán sobre El Chapo serán buenas o no, aunque la historia tiene un gran atractivo. Lo que sí sé es que la tercera captura no reducirá el flujo de drogas y sí puede aumentar la violencia en el país. El narcotráfico no se combate encarcelando o matando capos sino reduciendo el consumo o legalizando. Capone lo supo cuando traficaba con bebidas alcohólicas. Pero reducir el consumo de drogas es una misión imposible.

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La coproducción del héroe

Jesús Silva-Herzog Márquez

…El execrable reportaje de Sean Penn hace lo mismo: convierte a un criminal que ha provocado la muerte de miles de personas en un héroe encantador. Un empresario talentoso y pacífico que solamente se defiende de sus enemigos. Una víctima del capitalismo que ha sabido manipular su hipocresía para sobrevivir. Los muertos y las vidas destruidas no son responsabilidad del criminal sino de sus perseguidores y, desde luego, de esa entelequia desalmada que es el sistema. La superficialidad de las preguntas del actor no permite a su interlocutor decir nada interesante. Lo notable de este ejercicio de frivolidad es, por supuesto, la construcción del forajido como un héroe. No sé si la narración podría funcionar como libreto cinematográfico, pero como descripción de la realidad es simplemente aberrante. “Cualquiera que sea la maldad que se le atribuya (sic) a este hombre y su innegable sabiduría de calle, es también una persona humilde, un campesino cuya percepción de su sitio en el mundo ofrece una ventana al extraordinario enigma de la disparidad cultural”. Un hombre tímido, atento y pacífico, un genio carismático, lo llama Sean Penn.

Defendiendo su polémica conversación con el Mayo Zambada, Julio Scherer dijo que si el diablo le concedía una entrevista, iría a los infiernos. Tendría sentido el descenso si fuera posible cuestionar realmente a Satanás y escapar de su censura. No hay mérito periodístico si el encuentro sirve para halagar la vanidad del poderoso y la valentía del periodista.

Las frivolidades de un actor fascinado por el poder terminan prestando servicios de imagen a un criminal. La misión se cumplirá cuando nadie -ni los políticos necesitados de hazaña ni los actores aburridos en Hollywood- rinda homenaje a los criminales.

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