Este fin de semana, Gloria Sánchez, candidata del PRD-PRD a la alcaldía de Juchitán –en Oaxaca–, fue atacada por un comando armado cuando regresaba de un mitin.
En el enfrentamiento –perpetrado por encapuchados– un menor resultó herido y un escolta de la candidata perdió la vida.
Tras el ataque –a 20 días de las elecciones– el PRD sostiene que el único culpable sería el PRI.
La secretaria del PRD, Beatriz Mojica, culpó al Revolucionario Institucional del ataque en contra del Gloria Sánchez. Según dijo, el partido tricolor estaría desesperado e “intenta en los municipios que no le son favorables en las preferencias, atemorizar e inhibir la participación política y de la ciudadanía”.
En esta lógica, la señora Beatriz Mojica envió un mensaje al presidente nacional del PRI, Manlio Fabio Beltrones, a quien invitó a llamar a la cordura a sus candidatos y operadores para que los oaxaqueños decidan con tranquilidad.
Pero más allá de cuestión política, hay quienes señalan otro posible móvil.
Dicen los enterados que la candidata del PRD-PAN no sería bien vista por los pobladores; pues la señora Gloria Sánchez estaría en contra de los proyectos de energía eólica en la entidad.
Como sea, mientras son peras o manzanas, lo cierto es que la violencia se ha vuelto parte de la elección. Por eso preguntamos, ¿a quién le conviene que en Oaxaca haya un muerto? ¿de verdad hay quien cree que el PRI se beneficiaría con una candidata opositora herida o asesinada? ¿no será que, en los hechos, las víctimas y mártires benefician a otros?
