Veracruz, guerra de todos contra todos

Como ya hemos dicho, en el proceso electoral del 5 de junio, la joya de la corona es Veracruz. Si hacen falta pruebas, compartimos algunas:

Uno. Veracruz es la reserva de votos más grande del país.

Dos. El linchamiento mediático en contra del gobernador en funciones, Javier Duarte, que si bien no ha dado los resultados esperados, tampoco es el peor de los mandatarios en funciones.

Tres. La guerra sucia en contra del candidato de la alianza opositora: Miguel Ángel Yunes; quien ha sido víctima de espionaje y fue exhibido por, supuestamente, tener propiedades en una zona residencial de Nueva York.

Cuatro. Algunos medios intentan revivir un escándalo del pasado de Miguel Ángel Yunes; a quien algunos vincularon con la segunda fuga del Chapo.

Cinco. En un intento de deslinde, el abanderado del PAN-PRD acudió –el pasado miércoles– a la Cámara de Diputados, donde armó un gran alboroto.

A la tribuna de San Lázaro subieron legisladores panistas a defender a Yunes y después se hicieron escuchar los priistas, mismos que no dejaron de echar leña al fuego en un intento por “quemar” al opositor.

Seis. Seis de once partidos políticos que participan en la contienda electoral se rehusaron a firmar un pacto de civilidad propuesto por el OPLE de la entidad; los partidos que sí aceptaron son los de la coalición “Rescatar Veracruz”, que encabeza el priista Héctor Yunes Landa.

Y Siete. El candidato al gobierno del estado por Movimiento Ciudadano, Armando Méndez de la Luz, adelantó que declinará en favor del abanderado de Morena, Cuitláhuac García Jiménez.

¿Así o más claro?