Luego que el perredismo se negó a pactar una alianza con el PAN de Puebla, el panismo oaxaqueño puso en duda el acuerdo con el PRD en aquella entidad.
Anteriormente, PAN y PRD habían acordado que ambos partidos irían juntos en Oaxaca. Incluso se sabía que el PRD pondría al candidato de la alianza.
Es así que, hasta el día de hoy, se barajan dos nombres para encabezar el bloque: el senador Benjamín Robles y el diputado José Antonio Estefan Garfias.
No obstante, aunque ambos políticos se registraron como precandidatos, aunque todo parecía indicar que la alianza en Oaxaca sería un hecho y aunque se rumora que al diputado Estefan Garfias lo empujaría el ex gobernador Carrasco; dicen los panistas oaxqueños que el fracaso en Puebla podría derribar el bloque en Oaxaca.
Por cierto, ¿a qué se debe el pleito por Oaxaca?
Simple, a que esa entidad es la décima reserva de votos en el país. El padrón oaxaqueño concentra el 3.4 por ciento de la lista nominal nacional.
Acaso por eso, panistas, perredistas y priistas se dan hasta con la cuchara.
Por cierto, de caer la alianza en Oaxaca, estaríamos ante el quinto ejercicio fallido de juntar al PAN y al PRD.
Anteriormente se vinieron abajo los acuerdos de unidad en Puebla, Tlaxcala, Hidalgo y Tamaulipas.
Y aunque pareciera un asunto menor, lo cierto es que –según el Diario La Razón–, el PRD habría gastado 15 millones de pesos en el congreso nacional en que se aprobaron dichas alianzas. Es decir, una pérdida sobre otra.
