Rodrigo Medina, exgobernador de Nuevo León, libró dos de las tres balas que le disparó la Fiscalía Anticorrupción del estado por el caso de la automotriz coreana Kia. El Juez Jaime Castañeda determinó que la evidencia presentada por la Fiscalía no es suficiente para acreditar los delitos de peculado y daños patrimoniales.
Sin embargo, Medina sí fue vinculado a proceso por el tercero de los delitos que se le acreditaban: ejercicio indebido de funciones. ¿Será esta bala será suficiente para “matar” a Medina?
El fiscal Anticorrupción estatal, Ernesto Canales, aseguró que “un sólo delito es suficiente para que Rodrigo Medina pise la cárcel”l. En caso de ser sea hallado culpable por ejercicio indebido de funciones, el priista podría enfrentar una pena de entre 2 y 12 años de prisión. Sin embargo, el amparo concedido a Medina, así como la facilidad con la que se libró de dos de los tres cargos de los que se le acusaba, hacen pensar que más que de un caso bien armado, todo se trata de un show mediático orquestado por el gobernador independiente, Jaime Rodríguez Calderón “El Bronco”, quien se burló de la declaración de inocencia de su antecesor.
Por lo pronto, el caso podría convertirse en una guerra de impugnaciones. Por un lado, Medina sacará su escudo y apelará la decisión del juez de vincularlo a proceso por el cargo de ejercicio indebido de funciones. A diferencia de lo ocurrido con Rodolfo Gómez —extesorero de Nuevo León, también implicado en el caso Kia—, quien sí fue vinculado a proceso por el delito de daño patrimonial, parece que a Medina la bala no le causará mayores estragos. Su amparo le permite salir del país y no tiene que presentarse ante el juez periódicamente.
Por otro lado, la Fiscalía también apelará la decisión del Juez de no vincular a Medina por los cargos de peculado y daño patrimonial.
¿Logrará “El Bronco” derribar a Medina? ¿O el exgobernador también esquivará la tercera bala?
