¿Qué se rompió entre Mancera y los Chuchos?

Algo peculiar ocurre en las filas del PRD.

Como sabe, hasta hace meses, el grupo de “los Chuchos” era la tribu hegemónica de ese partido.

Sin embargo, uno a uno, los integrantes de esta corriente han saltado del barco y apostado por intereses propios.

El primero en brincar fue Guadalupe Acosta Naranjo, quien hoy encabeza a los llamados “Galileos”. La tribu perredista que niega ser una tribu.

El ejemplo de Acosta lo siguió el senador Miguel Barbosa quien, a pesar de deber todo a los Chuchos, se ha desmarcado del grupo y hoy parece jugar por la libre.

Finalmente, los señores Jesús Ortega y Jesús Zambrano podrían seguir rutas distintas.

Y la mejor prueba la vemos en declaraciones recientes vinculadas con el precandidato presidencial más adelantado en el PRD: Miguel Mancera.

A pesar de que el jefe de gobierno de la Ciudad de México es hechura del grupo de los Chuchos, uno de los adscritos a esta tribu, Silvano Aureoles –gobernador de Michoacán–, declaró a la prensa que si Mancera quiere ser candidato presidencial, debe afiliarse al partido.

Horas después, Jesús Ortega advirtió que si Mancera desea afiliarse, tendrá que hacer fila.

Es decir, que pareciera que un sector de los Chuchos quiere echar a Mancera. O si lo prefiere, que de la noche a la mañana, quienes fueron sus aliados podrían darle la espalda.

Pero hay más, mientras Aureoles y Ortega le hacen “el feo” a Mancera, otros como Silvano Aureoles y Jesús Zambrano declaran en el mismo tono y la misma lógica que el jefe de gobierno en asuntos como la Ley 3 de 3.

Por eso preguntamos, ¿será que la fraccionada corriente de los Chuchos está por fraccionarse aún más? ¿será que la eventual candidatura presidencial de Miguel Mancera terminará de romper el pacto en Nueva Izquierda?