PAN necesita sistema inmunológico contra la corrupción… urgente.

Desde hace días, los dirigentes de los dos principales partidos políticos han adoptado la bandera del combate a la corrupción.

En su discurso de toma de protesta, Enrique Ochoa Reza advirtió que el PRI no toleraría gobiernos corruptos.

Horas después, la Presidencia de la República y la Procuraduría General respaldaron la advertencia de líder nacional del PRI a través de acciones de inconstitucionalidad.

Por otro lado, fiel a su costumbre, Ricardo Anaya aprovechó los spots de su partido para adelantar que Acción Nacional emprenderá una ofensiva contra la corrupción.

En un tono similar, el primer gobernador panista –Ernesto Ruffo– y el responsable de la comisión anticorrupción del PAN –Luis Felipe Bravo Mena–, aseguraron que habría acciones en contra de funcionarios como Guillermo Padrés –de Sonora– y Margarita Arellanes, de Monterrey.

La pregunta es, ¿cómo lograr que estas promesas se conviertan en hechos?

En entrevista para La Otra Opinión, el Doctor Juan Miguel Alcántara Soria –exconsejero nacional del PAN–, aseguró que para recuperar la legitimidad y la credibilidad en los gobiernos de su partido es necesario empezar por limpiar la casa.

El problema, continuó el experto, es que el PAN llega tarde a la construcción de un sistema inmunológico contra la corrupción.

Afortunadamente, explicó Alcántara Soria, el partido ya hizo lo que le corresponde y envió al INE los lineamientos que regirán la comisión anticorrupción de Acción Nacional. Es decir, que una vez que el INE valide las reglas de operación, será posible investigar y sancionar a los servidores públicos corruptos desde las instituciones del partido.

Lo anterior es de gran importancia porque, en palabras de Juan Miguel Alcántara, la impunidad no puede tolerarse bajo ningún esquema. O si lo prefiere, al PAN le urge contar con un sistema inmunológico ético que le permita procesar ágil y transparentemente a sus manzanas podridas.

Juan Miguel Alcántara Soria concluyó diciendo que el partido que se concibió como una escuela ética para formar ciudadanos –conscientes e informados– se subió al tabique del poder, se mareó y cayó en la tentación de aprovechar los bienes públicos para beneficio personal.

Durante esta transformación, sentenció Alcántara, el PAN no acompañó a sus gobiernos –de los tres niveles–, no previó que la corrupción se abriría camino y hoy vemos las consecuencias.

Por eso, insistió el panista, es urgente que Acción Nacional tome cartas en el asunto y se blinde contra las malas prácticas.