Otra del despilfarro de los políticos

En este medio –a través de nuestro Atlas del Despilfarro– hemos dado seguimiento a los escándalos de malgasto de recursos públicos en todos los órdenes del gobierno y en todas las entidades del país.

En esta ocasión, encontramos una nota del periódico La Razón que da cuenta de la declaración patrimonial de dos diputados de Movimiento Ciudadano; quienes dicen poseer propiedades de valor millonario, que van desde mansiones hasta aviones.

Se trata de Carlos Lomelí Bolaños y Moises Guerra Mota. El primero es diputado por Jalisco, y tiene en su poder 38 casas, varios terrenos, departamentos y edificios con un valor total que ronda los 170 millones 807 mil 652.3 pesos.

De acuerdo con el Diario, la propiedad con mayor valor a nombre de Lomelí Bolaños fue adquirida en mayo de 2014, se encuentra en Texas, Estados Unidos, tiene una extensión de seis mil 309 metros cuadrados y costó unos 37 millones 120 mil pesos.

El sueldo anual que percibe como diputado es de 393 mil 568 pesos, pero también ofrece servicios a empresas del sector privado por las que recibe ocho millones 356 mil pesos más al año.

Mientras tanto, Moisés Guerra Mota, diputado por Nayarit, tiene un patrimonio en inmuebles que se acerca a los 65 millones de pesos.

Entre sus propiedades destaca un terreno ubicado en la Bahía de Banderas, el cual tiene un costo de 45 millones de pesos.

Destaca que todas las propiedades las adquirió de contado, no obstante, sus ingresos no rebasan los 295 mil 640 pesos al año.

Ambos diputados han propuesto sólo cuatro iniciativas –en lo que va de la actual legislatura–, pero ninguna ha sido aprobada.

Si hacemos cuentas, a ninguno de los dos legisladores les alcanzaría con la suma todos sus ingresos para adquirir tantos bienes y de tan alto valor. Por eso, no está de más preguntar, ¿de dónde saldrán todos los ingresos extra?

Es así como continúa el despilfarro en la cámara baja, y como a la legislatura le quedan todavía casi tres años de vida, estamos seguros de que las notas de este tipo seguirán engordando las páginas de nuestro Atlas del Despilfarro.