Nombramiento de Ochoa pondría a prueba disciplina del PRI: Rodríguez Prats

Para Juan José Rodríguez Prats, un conocido analista político, la designación –de facto– de Enrique Ochoa Reza como dirigente nacional del PRI es la confirmación de que el viejo tricolor está de vuelta.

En entrevista para La Otra Opinión, el expriista aseguró que este nombramiento es una suerte de mensaje para recordar –a la militancia y a la opinión pública–, que el presidente de la República tiene el control de todas las “fichas”.

Sin embargo, Rodríguez lamentó que una vez más se corte la cabeza de un titular de la Comisión Federal de Electricidad –y antes de Pemex–; para cubrir una vacante política.

En los tres sexenios más recientes, los presidentes han cambiado a los directores de Pemex y de CFE al menos dos ocasiones. En consecuencia, advirtió Rodríguez, las compañías viven un rezago alarmante.

Por eso, para Juan José Rodríguez, aunque el presidente envía un mensaje contundente, se equivoca al descabezar una institución fundamental de la economía nacional.

En otro tono de ideas, Rodríguez Prats se dijo extrañado por el destape de Ochoa Reza, después de todo –explicó– se trata de un perfil sin antecedentes partidistas y sin arraigo en la militancia.

Esta condición –precisó el experto–, podría hacer más ruido luego de la renunca atípica de Manlio Fabio Beltrones.

Y es que para Rodríguez, la salida de Beltrones fue una señal de rebeldía hacia el presidente Peña.

En los hechos, Beltrones se sumaría a la lista que componen Carlos Alberto Madrazo y Jesús Reyes Heroles, como los únicos dirigentes de partido que se opusieron a los designios del presidente.

Más aún, en su discurso, Beltrones cuestionó los resultados de los gobiernos, en una crítica que bien podría tocar al gobierno federal.

Por eso, luego de este acto de rebeldía, Rodríguez Prats no ve con buenos ojos que se empuje a un perfil como el de Ochoa; quien podría tensar –todavía más– los ánimos en el Revolucionario Institucional.

Eso sí, para Juan José Rodríguez Prats sería saludable que los tricolores rompan la disciplina ortodoxa que los distingue y se rebelen al mandato presidencial. La pregunta es, ¿existen en el PRI las agallas para oponerse al designio del Ejecutivo federal?