Nestora Salgado confirma que en Poder Judicial son jueces y parte

Este viernes, “La comandanta” Nestora Salgado salió del Penal de Tepepan después de haber permanecido dos años y medio recluida.

A Nestora la habían acusado del secuestro de más de 40 personas, de robo de armamento y de homicidio.

Sin embargo, “La Comandanta” –quien también dirigía la Policía Comunitaria de Olinalá, Guerrero–, fue absuelta por un juez local a pesar de que las presuntas víctimas la reconocieron como su secuestradora.

Según el togado, “no se acreditó el cuerpo del delito” pues se demostró que como miembro de la Policía Comunitaria, Nestora detuvo a personas “en el marco de sus atribuciones”.  En consecuencia, no se encontraron elementos para juzgarla.

En entrevista para La Otra Opinión, el Maestro Juan Francisco Torres Landa –secretario general de México Unido contra la Delincuencia–, señaló que la entrada del sistema penal condenatorio exhibe las flaquezas de un deficiente sistema de impartición de justicia.

Y es que, en el contexto actual, basta con que una de las partes se pudra –ya el Ministerio Público, ya los jueces o incluso ambos–, para que todo el caso se venga abajo.

Es así que, para evitar que sigamos viendo liberaciones de presuntos criminales por errores de procedimiento -y no por demostrar su inocencia–, debe existir un monitoreo permanente que permita certificar que todas las partes involucradas en el proceso de impartición de justicia hagan lo que les corresponde.

Torres Landa lamentó que existan abogados cuyo objetivo es corromper el sistema y lograr –a costa de lo que sea–, una sentencia favorable para sus clientes. Estos elementos podridos lesionan el aparato entero pues el sistema de justicia –como cualquier edificio–, se puede venir abajo cuando pierde un tabique.

Juan Francisco Torres Landa trajo a cuenta que en el nuevo sistema penal, la presunción de inocencia es absoluta. En consecuencia, la autoridad está obligada a operar con absoluta transparencia. De lo contrario, es probable que las acusaciones se caigan, como ocurrió con Nestora.

Finalmente, el especialista reprobó que en el Poder Judicial mexicano no existan contrapesos pues, donde debería operar un Consejo de la Judicatura sólido, capaz de contraponerse a las decisiones de un juez, en realidad existe un control a la medida que, al final del día, responde al mismo jefe que su contraparte: la Suprema Corte de Justicia de la Nación.

O si lo prefiere, que mientras en el Poder Judicial operen los jueces y las partes –en absoluto contubernio– seguiremos viendo a presuntos criminales, como Nestora Salgado, salir en medio de procesos viciados y entre una importante cantidad de dudas.