Los mandatarios de todo el país –por medio del presidente de la Conferencia Nacional de Gobernadores– dieron su respaldo al nuevo modelo educativo que se presentó en el marco de la reforma en la materia.
Anteriormente, el Senado y la Cámara de Diputados mostraron su aval al proyecto al debatirlo y aprobarlo.
Por su parte, la iniciativa privada –como el Consejo Coordinador Empresarial o la Confederación de Cámaras Industriales–, ha expresado su apoyo a la reforma.
Incluso hay padres de familia, maestros y otros ciudadanos que se oponen a las protestas de la disidencia y que han exhibido su respaldo a la iniciativa sobre educación.
Sin embargo, un pequeño sector de la población –popularmente conocido como la CNTE–, ha logrado detener la reforma con el argumento de que lo que dice la reforma afecta sus intereses económicos y políticos.
Es por eso que desde hace meses, el magisterio ha optado por manifestarse en contra de la reforma dejando de dar clases y haciendo de cuadritos la vida de terceros.
La CNTE asegura que la reforma violenta sus derechos como docentes. No obstante, lo que la CNTe no dice es que la reforma busca es terminar con las pequeñas mafias magisteriales que antes de ver por sus alumnos, ven por sus bolsillos.
Al respecto, el presidente Enrique Peña declaró que la resistencia de la CNTE obedece a la desinformación.
Además, agregó –con respecto al nuevo modelo educativo– que éste no es una imposición y por eso se someterá a un referéndum ciudadano.
Es así como podemos ver que el problema de la reforma podría terminarse de manera rápida; sin embargo, los intereses políticos de los maestros de la CNTE seguirán frenando la ley que ha obtenido el visto bueno de todo el mundo.
