La esposa de cineasta asesinado también deja libre al “pájaro azul”

 

Hace más de un siglo, el escritor modernista Rubén Darío escribió el cuento de “El Pájaro Azul” en el que cuenta la historia de Garcín, un joven poeta medio melancólico, medio alegre, medio enamorado y muy brillante que vive en París y acostumbra acudir todos los días al café Plombier, donde se reúne con pintores, escultores, escritores y toda clase de artistas.

El poeta es considerado por sus amigos como uno de los mejores, y él a su vez atribuye su don a un pájaro azul que vive en su cabeza y que tarde o temprano deberá escapar de la jaula.

Cierto día, el muchacho llega al café con la noticia de que su musa y amada, Nini, ha muerto. El hecho se suma a una serie de fracasos del poeta que culminan con una decisión fatal: la muerte.

De este modo, Garcín se despide una noche cualquiera de sus amigos, y a la mañana siguiente es hallado en su recámara con una bala incrustada en la frente y la nota: “Hoy, en plena primavera, dejó abierta la puerta de la jaula al pobre pájaro azul”.

Resulta curioso como esta historia de la ficción se ha repetido tantas veces en la vida real a lo largo de todos los tiempos.

En la era moderna, la tasa de suicidios cada año es más alta, pero los motivos son muy diversos en cada caso. Estrés, depresión, amor o desamor son a veces las causas.

Apenas el día de ayer se dio a conocer la noticia de que la productora Adriana Rosique se quitó la vida el pasado fin de semana. La mujer era esposa de León Serment, el cineasta asesinado en un asalto nocturno a finales de agosto.

El marido de Rosique murió luego de que éste la acompañó a tomar un taxi una noche, y cuando ella abordó el vehículo, dos delincuentes se acercaron al hombre que iba acompañado de su hijo.

Los asaltantes pidieron a las víctimas sus pertenencias, pero éstas no contaban con nada, pues nada necesitaban al salir de su casa y acompañar a la madre y esposa a tomar un taxi.

Por esta razón fueron agredidos y en medio de una pelea, Serment fue apuñalado varias veces.

En el cuento de Rubén Darío, “El Pájaro Azul”, Garcín decide quitarse la vida después de que se entera de la muerte de Nini.

En la vida real, Adriana Rosique tomó la misma determinación a las pocas semanas de que su esposo murió a manos de dos delincuentes que hoy andan libres y seguramente sin ningún remordimiento por sus actos.