Luego que el presidente Enrique Peña Nieto presentó una iniciativa de reforma –a la Ley General de Salud y al Código Penal Federal–, con la que pretende modificar la política antidrogas del país, aquí dijimos que el mandatario fue sensible a los reclamos ciudadanos; dijimos que presentó una política antidrogas de avanzada; que el proyecto no incluye todas las exigencias de los sectores involucrados pero es un cambio de paradigma; y dijimos que con la propuesta de despenalización de los portadores y consumidores –de hasta 28 gramos de marihuana–, el Ejecutivo abrió la puerta a una de las amnistías más grandes en la historia mexicana.
Aun así, también reconocimos que el camino es largo y que la meta se encuentra lejos lejos.
Sin embargo, para sorpresa de muchos, existen indicios de que este primer paso en el cambio de paradigma en la lucha antidrogas se consolidaría más pronto de lo que muchos piensan.
En entrevista para La Otra Opinión, el Senador Miguel Barbosa –coordinador de la bancada del PRD–, aceptó que la iniciativa del presidente los dejó sorprendidos.
Según Barbosa, el Congreso y el Ejecutivo trabajaron por separado –cada quien hizo su parte–, aun así el proyecto del presidente cumple con lo esperado.
Cierto, Barbosa señaló que la iniciativa presidencial no empata con el dictamen de la Suprema Corte de Justicia de la Nación –que avala el uso personal de marihuana en el caso de los adultos–, pero considera que el proyecto del Ejecutivo debe atenderse.
Es así que el senador Barbosa adelantó que el próximo martes –o miércoles–, el Senado de la República discutirá y seguramente aprobará el proyecto de reforma del presidente. En esa lógica, los diputados podrían debatir y avalar la reforma en la última sesión de este periodo ordinario de sesiones. O si lo prefiere, que el país tendría su reforma en materia de combate a las drogas en un par de semanas.
Miguel Barbosa explicó que no hace falta esperar para que se apruebe el proyecto de reforma. Según dijo, habrá que realizar cambios a la iniciativa pero el Congreso está obligado a respaldar y arropar esta victoria social.
Después de todo –concluyó el perredista–, de seguir como se espera, el país enfrentaría una renovación completa del esquema de gobierno frente al consumo de la marihuana. Y en este escenario, no hay tiempo que perder.
