Uno de los problemas que aqueja a la Ciudad de México es la informalidad –luego que el 60 por ciento de los mexicanos viven de ella– y es que este cáncer social ha crecido exponencialmente y se ha adueñado de espacios públicos en todas las delegaciones.
De acuerdo con la Cámara de Comercio, Servicios y Turismo de la Ciudad de México (Servytur), los ambulantes captan el 40 por ciento de las ventas. En 1998 –cuando se aprobó el Acuerdo 11/98 que legalizaba el comercio en la vía pública mediante permisos–, en la capital del país existían 180 mil personas en la informalidad y aunque no existe un censo oficial, a finales de 2013 se estimaron alrededor de tres millones de ambulantes tan solo en la Ciudad de México.
No está de más recordar que la secretaria de Gobierno, Patricia Mercado, señaló que con la ayuda de la Secretaría de Seguridad Pública se limpiaría de ambulantes el primer cuadro de la Ciudad de México; no obstante, todavía se pueden ver comerciantes informales en la zona.
Por ejemplo: Tepito, en la delegación Cuauhtémoc. Es una zona en manos del comercio informal, aun así, a finales de 2015 se retiraron mil 500 ambulantes de Eje 1 Norte y se reordenaron 400 puestos en vía pública.
Otro punto afectado por el comercio informal –también en la Cuauhtémoc– es el Centro Histórico pues según el reglamento vigente ¡que es de 1951! se violan los horarios y cuotas.
Aunque las autoridades se han empeñado en decir que han liberado espacios públicos, basta darse una vuelta a las afueras de cualquier estación del Metro, escuela u hospital para notar que los ambulantes son una bomba de tiempo. En algunas partes, ha servido de muy poco la Coordinación de Reordenamiento de la Vía Pública.
En el centro del país, este “negocio negro” es rentable, tanto política como económicamente. Anteriormente, aquí hablamos de “el niño” que entregan los ambulantes a los gobiernos delegacionales, un negocio es millonario. Por ejemplo: si en la Cuauhtémoc hay 50 mil ambulantes, que trabajan 30 días del mes y pagan 50 pesos por metro cuadrado de sus puestos, la ganancia mensual es de 75 millones de pesos en efectivo y libre de impuestos. “De esos 75 millones de pesos mensuales por lo menos 50 millones son repartidos entre líderes, políticos y jefes policiacos. Al final en Cuauhtémoc el jefe delegacional recibe un niño de por lo menos 25 millones de pesos”, señalamos en Itinerario Político, en junio de 2015.
Por otro lado, Servytur informó que a finales de 2014 las ventas formales fueron de 713 mil 897 millones de pesos, mientras que las de el comercio informal ascendieron a 285 mil 543 millones.
Lo más vendido en la informalidad: software, ropa, calzado,electrodomésticos y electrónicos, alimentos preparados, bebidas alcohólicas, cigarros, libros y regalos.
Y para rematar, todo el mundo sabe que diputados de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal tienen nexos con los ambulantes e incluso los líderes de estos comerciantes, como Alejandra Barrios, han competido por una jefatura delegacional.
