¡Chocan Mancera y Eruviel!

Los dos son políticos de peso completo; políticos profesionales que gobiernan dos entidades con la mayor concentración poblacional; 17 millones de personas. Son jefes políticos de los estados con el mayor número de votos; 21.33% de los electores potenciales.

Los dos son poderosos precandidatos presidenciales y –en ambos casos–, comparten los problemas de la mayor concentración humana en México; la zona conurbada a la capital.

Nos referimos a los gobernadores del estado de México, Eruviel Ávila y de la Ciudad de México, Miguel Mancera, quienes luego de la contingencias ambiental que vive la Megalópolis, protagonizaron un peculiar choque de poderes; escaramuza con sabor a batalla político electoral.

Más aún, la contingencia ambiental por ozono que vive el valle de México parece haber contaminado la batalla presidencial de 2018.

Y en la disputa que subió al ring de la contaminación a dos pesos pesados de la política –Eruviel y Mancera–, parece que el papel de árbitro será para el presidente Peña Nieto, encargado de sancionar golpes bajos y cabezazos.

La historia del choque comenzó el pasado martes cuando Mancera declaró que las entidades de la Megalópolis –en alusión a los estados de México, Puebla, Tlaxcala, Hidalgo y Morelos–, hacen poco para reducir las emisiones por vehículos automotores, mientras la capital aplica el Hoy No Circula.

Por eso, pidió a la Comisión Ambiental de la Megalópolis (CaMe) asumir su responsabilidad. El reclamo de Mancera enojó a los gobiernos citados, sobre todo a los que viven elecciones estatales, como Puebla, Tlaxcala e Hidalgo.

Sin embargo, el mexiquense, Eruviel Ávila, reaccionó con rapidez y declaró que la entidad que gobierna dejará de recibir 8 toneladas de basura proveniente de la Ciudad de México; desechos suficientes para generar 10 mil toneladas de bióxido de carbono al año y más de 400 toneladas de gas metano.

Dijo, en gira por Tecamac: “En el caso de las autoridades de la Ciudad de México, ha sido más fácil generar desechos sólidos y depositarlos en la casa del vecino, es decir, en el Estado de México” Y explicó: “Se trata de ser realista, de actuar con responsabilidad, con ética; de ver qué tanto aportamos al problema todas las entidades, los municipios y, sobre todo, de ver qué tanto aportamos a la solución de esta problemática ambiental que es de todas las entidades federativas”.

El secretario mexiquense del medio ambiente, Miguel Contreras, fue más allá al acusar que la Ciudad de México “sustrae agua del Sistema Cutzamala y la devuelve pestilente”. El Cutzamala abastece el 25% del agua potable del Valle de México.

A su vez, y entre dimes y diretes, Mancera lanzó una puya a Pemex al exigir revisar los gases emitidos por la Refinería de Tula. Pemex respondió que la Refinería cumple con las normas ambientales.

También en respuesta a Mancera, el presidente Peña Nieto instruyó a la Semarnat para actualizar la norma de verificación vehicular.

Pero Mancera replicó que era insuficiente la respuesta y aprovechó para negar distancia del presidente Peña o del gobernador Ávila. Y sobre el cierre de los basureros mexiquenses dijo: “no afectará a la Metrópoli”.

Por otro lado, urgido de reflectores, Rafael Moreno Valle se metió al baile y alardeó que Puebla no requiere el No Circula.

El ozono parece haber contaminado el 2018, mientras la Suprema Corte, responsable del disparo de contaminantes, esconde la cabeza.

Y a todo esto. ¿Quién diablos nos devolverá la región más transparente del aire?

Al tiempo.

EN EL CAMINO.

El original del Itinerario Político de ayer decía “Umberto Eco”.

 Tomado de Milenio