Cambios, futuro político

POR DAVID MARTÍNEZ TÉLLEZ

De entrada, sigue el teatro político para ofrecer la impresión de las consecuencias de la visita de Donald Trump con el presidente Enrique Peña Nieto: cae Luis Videgaray, secretario de Hacienda, porque con esto se reafirma que él fue el ideólogo de esa entrevista, cuyo desenlace, extremo, rayó en el calificativo de reunión estúpida.

En política no existen las sorpresas, sólo los sorprendidos. Y un buen político debe preparar una excelente farsa, por eso la ubico como teatro.

Enrique Peña Nieto se está protegiendo ante lo inminente: su desprestigio como presidente y como ya no va tener fuerza política (allí están los resultados de las encuestas donde apenas 2 de cada 10 mexicanos dicen que lo apoyan, ha cometido demasiados errores en sus declaraciones, existe una división al interior del PRI por ver quien ejerce el poder y se encuentra en la recta final de su periodo) , por ello busca un aliado, y ese es el partido demócrata de los Estados Unidos.

El escenario político en Norteamérica, como todo proceso electoral democrático es de incertidumbre. El ganador tendrá una diferencia mínima, pero eso, por lo menos en este país, tampoco indica que habrá una división, ya que el perdedor reconoce a quien triunfa y se ponen a trabajar.

Hasta el momento el partido demócrata de Hillary Clinton va punteando en la mayoría de las encuestas. En los últimos meses -junio, julio y agosto- le dio la vuelta a las preferencias sociales. Iba ganando Trump y ahora (por tres puntos porcentuales) encabeza Hillary.

Faltan dos meses y caballo que alcanza gana, refiere un adagio popular político.

La apuesta del equipo de Enrique Peña Nieto se encuentra en que triunfe Hillary. Y Peña Nieto con ellos va a encontrar protección política.

Vamos se dejó utilizar el presidente para que Trump perdiera simpatizantes y votos en Estados Unidos. Trump había cambiado de estrategia hacia los inmigrantes, algunos se confundieron y con la visita a México reconfirmaron que era el mismo Trump xenofóbico. Hasta compañeros del partido Republicano anunciaron que van a votar por los demócratas.

Si no cambia o quita a quien se señaló como responsable de la visita de Trump se hubiera descubierto la pantomima.  El show debe continuar.

Peña Nieto políticamente lo observo solo. Y como algunos diputados priistas exigen que ya es el momento de fincar responsabilidades al poder ejecutivo por corrupción, mensaje dirigido a “su jefe”, por lo tanto, éste está buscando protección y los únicos que le pueden dar inmunidad son los triunfadores demócratas norteamericanos del proceso del 8 de noviembre.

Queda la incógnita ¿y si pierden? No solamente a Peña Nieto le irá mal, sino a todos los mexicanos.

Se puede especular que con el movimiento de José Antonio Meade a Hacienda lleva cierta delantera para convertirse en candidato. Pero queda en eso, un simple comentario.