¿Astudillo quema el primer fusible?

A casi 60 días de que el gobernador de Guerrero, Héctor Astudillo, tomó posesión del cargo, el secretario estatal de Protección Civil, Melquiades Olmedo Montes, renunció a su puesto.

¿Será que el mandatario priísta ya quemó su primer fusible?

No está de más recordar que, en el servicio público, los miembros del gabinete –y el resto de la cadena de mando– hacen las veces de fusibles que en caso de crisis se “queman” y se intercambian por otros funcionarios a fin de proteger la imagen del gobernante.

Como seguramente sabe, la renuncia de Olmedo Montes ocurre en medio del escándalo por una fosa clandestina.

El pasado martes, se hizo público que del 8 al 10 de diciembre se rescataron 17 osamentas ubicadas en una barranca del municipio Leonardo Bravo.

En esa fecha, el gobernador Astudillo negó la existencia de dicha fosa.

No obstante, a la luz de las evidencias, el priista dijo que: “la PGR lo mantuvo hermético y lo filtró hacia algunos medios y no nos lo comunicó a nosotros”.

De este modo, el gobierno de Astudillo aseguró que nadie le notificó a su tiempo el hallazgo. En consecuencia, por omitir información importante, el titular de Protección Civil, Olmedo Montes, tuvo que dejar el cargo.

Es probable que Héctor Astudillo diga la verdad. Quizá su funcionario –en el colmo de la ineptitud–, decidió ocultar la información. Lo curioso es que todos –excepto el mandatario–, parecían saber de la fosa clandestina.

Por eso preguntamos, ¿tiene sustento la versión del gobernador de Guerrero? ¿no será que, como se dijo al inicio de este texto, Héctor Astudillo ya quemó su primer fusible?

Por lo pronto, el nuevo titular de Protección Civil será Marco César Mayares Salmeron, quien se desempeñaba como subsecretario de dicha dependencia.

Sobre el caso, no está de más señalar que la barranca donde se cavó la fosa se ubica a unos 40 kilómetros de Chilpancingo.

A la vez ésta se encuentra muy cerca de la comunidad del Naranjo, uno de los focos rojos del estado de Guerrero. Basta recordar que en dicha localidad –el 12 de noviembre de este año–, desaparecieron 15 policías comunitarios luego de un enfrentamiento con aproximadamente 500 sicarios que se hicieron pasar por militares.

Por otro lado, sobre los cadáveres encontrados en la barranca, se sabe que no todos estaban completos y que había ocho semicalcinados.

La fosa fue denunciada por el familiar de un desaparecido a quien las autoridades pidieron discreción. En consecuencia, algunas organizaciones encargadas de la búsqueda de personas desaparecidas tampoco fueron notificadas.

Se sabe que en las actividades de rescate participaron elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional y peritos de la PGR.

Y no sobra destacar que Guerrero se ha vuelto uno de los estados con más violencia e inseguridad del país.

Se han registrado más de 750 ejecuciones en lo que va del año y en el mismo periodo se han encontrado aproximadamente 120 cuerpos en unas 60 fosas clandestinas.