Dicen que nadie escarmienta en cabeza ajena… y para muestra, el alcalde de Aguascalientes.
A mediados del año pasado, el Tribunal Electoral anuló la elección de gobernador de Colima.
Seguramente recuerda que el secretario de Desarrollo Social de aquella entidad fue exhibido haciendo campaña en favor del candidato priista, Ignacio Peralta.
Esto bastó para que el Tribunal determinara que el gobierno local trató de meter la mano en el proceso y por eso echó abajo la elección.
En un tono peligrosamente similar, la dirigente estatal del tricolor, Norma Esparza Herrera, presentó un audio donde Juan Manuel Limón Aguirre, un supuesto militante del PAN y empleado del ayuntamiento de Aguascalientes, ofrece despensas a cambio de votos para Acción Nacional.
En este momento, la capital hidrocálida está en manos del panista Antonio Martín del Campo –quien, por cierto, también buscó la candidatura a gobernador–; a su vez, los aspirantes al gobierno local del PRI –Lorena Martínez– y del PAN –Martín Orozco–, parecen tener un empate técnico.
Por eso preguntamos, ¿será que el PAN de Aguascalientes cometerá los errores del PRI de Colima? ¿será que otro funcionario tramposo costará a su partido el triunfo electoral?
