Alfredo Castillo se cuelga medallas que no le corresponden

La imagen que acompaña esta nota deja ver a un grupo de personas pidiendo dinero en lo que parece ser un cruce vial.

La fotografía podría resultarnos familiar, salvo por el hecho de que quienes recolectan monedas no son los mismos de siempre, sino son los miembros de la Federación Mexicana de Boxeo, A. C., quienes solicitaron apoyo a los ciudadanos con tal de que los seleccionados nacionales miembros a la institución asistieran a un evento deportivo en Qatar de suma importancia para la clasificación a los Olímpicos de Río.

La imagen es de septiembre del 2015, y aunque en ese momento poco se habló sobre el tema, ahora sabemos que la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (Conade) no respaldó de manera económica a quienes en esa ocasión eran posibles competidores de boxeo en las olimpiadas de este año, como tampoco lo hizo el resto de los atletas que hoy conforman la delegación mexicana en la justa deportiva.

Sin embargo, la Conade, presidida por Alfredo Castillo, gastó 12 veces más en cuestiones administrativas y burocráticas que en las necesidades elementales de los deportistas.

De acuerdo con los medios, la dependencia destinó 16 millones 48 mil pesos para la compra de uniformes y artículos para los atletas, pero al mismo tiempo que gastó 196 millones 28 mil 804 pesos en “servicios personales” y cuestiones burocráticas.

Cabe recordar que en mayo del año pasado, durante la Copa del Mundo de Tiro con Arco realizada en China, ya con Castillo al frente de la Conade, los competidores tuvieron que improvisar sus uniformes para poder participar, ya que la institución no les entregó las prendas correspondientes a tiempo.

En el caso de la Federación Mexicana de Boxeo, A. C., los competidores tuvieron que buscar sus propios medios para poder llegar a Brasil y aunque Castillo no es responsable de la primera medalla para México, obtenida por el boxeador Misael Rodríguez, el director de la institución no ha dudado en presumir la presea como un logro suyo… Vaya cinismo, vaya incongruencia…