Las visitas frecuentes del presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Arturo Zaldívar Lelo de Larrea, a Palacio Nacional, confirman la total sumisión del titular del Poder Judicial hacia el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador.
En la visita realizada ayer, Lelo de la Larrea se reunió con el consejero jurídico de la Presidencia, Julio Scherer Ibarra, quien, más allá de su función institucional, en los hechos es el principal operador político del primer mandatario.
Scherer Ibarra es el encargado de elaborar las iniciativas de reformas legales o constitucionales que le interesan al presidente de la República y de operar su aprobación por el Congreso.
Su forma de operar es entregar a algún diputado o senador obediente ciego de la “4-T” la iniciativa para que la presente como suya, de tal forma que no se le atribuyan al presidente todas las iniciativas explosivas o de plano absurdas, que las ha habido y muchas, en la actual legislatura.
Pero Scherer también es el encargado de hablar con gobernadores de Morena para expresarles lo que el presidente de la República espera de ellos ante determinadas circunstancias.
Quienes saben de esto aseguran que es común que Scherer salga de Palacio Nacional y atraviese la Plaza de la Constitución para transmitirle en persona instrucciones presidenciales a la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum. Es, en pocas palabras, quien dicta la línea que sale de Palacio Nacional.
¿De qué pudieron haber platicado ayer el presidente de la SCJN y el consejero jurídico y operador de la Presidencia de la República? ¿Fue citado Zaldívar a Palacio Nacional para recibir línea sobre algún asunto en particular? ¿Recibió alguna instrucción especial?
No es un asunto menor el hecho de que este encuentro se realizó un día después de que un juez federal emitió una orden de aprehensión en contra del gobernador Tamaulipas, Francisco Javier García Cabeza de Vaca.
Casualmente, en los últimos días el Poder Judicial de la Federación se ha visto magnánimo con el gobierno federal. El pasado miércoles, la orden de aprehensión contra Cabeza de Vaca. Y hace unos días, la Segunda Sala de la SCJN emitió una sentencia que convierte al Estado en interventor y censor de los medios electrónicos de comunicación.
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Con su sumisión, Arturo Zaldívar paga los favores recibidos por eso que llaman “Cuarta Transformación”, como el gran empoderamiento que adquirieron la Corte y el Consejo de la Judicatura Federal –ambos encabezados por Zaldívar– a raíz de la reforma judicial aprobada recientemente.
Ahora la Corte tiene la facultad de atraer cualquier juicio de amparo y puede pedirle al CJF que investigue la conducta de jueces y magistrados federales que, en teoría, tienen autonomía.
Y, por supuesto, la cereza del pastel: la aberrante disposición en un artículo transitorio por el que se aumenta el mandato del presidente de la Corte, es decir, de Zaldívar, por dos años adicionales al plazo para el que fue elegido.
Zaldívar tiene mucho que agradecer al presidente Andrés Manuel López Obrador. Por eso no tiene empacho en acudir a Palacio Nacional cuantas veces sea citado para recibir línea del propio presidente, o de su operador estrella.
OFF THE RECORD
**CANAL 11 SE SALTÓ LA FILA
Afortunados, quienes trabajan en el Canal 11, pues independientemente de su edad o situación de salud, todo serán vacunados.
Y eso que el presidente López Obrador aseguraba que nadie se saltaría la fila.
A ver quién nos da una explicación sobre esta arbitrariedad.
**NUEVO VOCERO DE LA FGR
La Fiscalía General de la República estrenó vocero. Se trata del coordinador de los senadores de Morena, Ricardo Monreal, quien se estrenó cuando dio a conocer que un juez había dictado una orden de aprehensión en contra del gobernador de Tamaulipas, Francisco Javier García Cabeza de Vaca.
Ya encarrerado, Monreal amenazó con promover en el Senado la desaparición de poderes en Tamaulipas.
Pero la oposición ya le dijo que nomás no.
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