Los recientes informes del presidente Andrés Manuel López Obrador, ya no dan tanta risa, ahora dan coraje, se necesita ser muy cínico para juntar tantas mentiras en 30 segundos: “Ya no es más de lo mismo”, “Se acabaron los privilegios y corrupción”, “70% de los mexicanos apoyan la transformación”, fueron frases que resaltan en su mensaje.
Dentro de un contexto tan contradictorio como lo que sucede en México, los ciudadanos nos hemos dado cuenta que no tenemos un presidente capaz de atender todo aquello que se comprometió, tenemos un payaso en el poder que encumbra la corrupción además de ser un gran cínico y contradictorio.
Gracias de todo corazón por el apoyo. Nunca traicionaré su confianza. pic.twitter.com/IAldFkGscI
— Andrés Manuel (@lopezobrador_) August 26, 2020
¿Con qué cara da un mensaje a los mexicanos en donde asegura que la corrupción en su administración ya no impera?
Hace falta recordar los recientes escándalos de su propio hermano, Pío López Obrador, recibiendo dinero de parte de David León, extitular de Protección Civil, siendo más que evidente el descaro de la corrupción que solapa Obrador.
En dicho contexto, no dejemos de lado a Manuel Bartlett, titular de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), quien fue acusado de enriquecimiento ilícito y conflicto de interés; la directora general de la Comisión Nacional del Deporte (Conade), Ana Gabriela Guevara, fue acusada de extorsión y de participar en la desaparición de una persona en Veracruz; Pablo Amílcar Sandoval Ballesteros e Irma Eréndira Sandoval, estos dos últimos hermanos acusados de usar programas sociales en su favor, enriquecimiento ilícito, investigados por propiedades que no coincide con lo que realmente posee la funcionaria, dejando en claro la impunidad de la Cuarta Transformación.
La pendemia por COVID-19, vino a constatar la ineficiencia del gobierno Federal y del sector Salud para controlar los contagios y decesos provocados por dicho virus, armando todo un circo mediático y dejando de lado el verdadero problema.
Apenas con dos años de gobierno, la inseguridad va en aumento, la pobreza no se radica, es sector Salud es deplorable, la educación pública incompetente y la corrupción ya es bandera de la 4T.
SG
