Y… mantienen a Anaya contando lana en público

Ricardo Anaya culpa al PRI hasta de que sus emparedados no traen mayonesa, pero lo que se demuestra casi a diario es que es un empresario cualificado.

Anaya dijo ayer que es de risa loca la guerra que le hace el PRI, después de que dos personas (que se asumen ante la PGR como sus prestanombres para hacer dinero) denunciaron que:

1.- Anaya es dueño de la empresa Juniserra, que le compró un lote a un tal Manuel Barreiro en 10 millones de pesos.
2.- Anaya construyó allí una nave industrial y se la ofreció en 54 millones de pesos al mismo Barreiro que le había vendido el lote.
3.- Barreiro aceptó comprarle a Anaya la nave en una cantidad cinco veces superior a la que le había vendido el lote a Anaya.
4.- Ah, pero los 54 millones de pesos que tenía Barreiro eran sucios.
5.- Barreiro contrató a dos personas para que lavaran sus 54 millones de pesos en empresas fantasma y paraísos fiscales de México, Canadá, Suiza, Gibraltar y las Islas Turcas.
6.- Los 54 millones de Barreiro llegaron a México, ya limpios de polvo y paja, y fueron depositados en una empresa registrada a nombre del hermano de uno de sus empleados.
7.- Y esa compañía depositó los 54 millones a la empresa Juniserra, de Anaya.
8.- Al final, Anaya convirtió 10 millones de pesos en… 54 millones de pesos.

Hace dos semanas se había conocido otro affaire inmobiliario de Anaya que, al igual que el divulgado ayer, lo presenta como un rey Midas de la lana:

1.- Anaya creó una fundación.
2.- Un amigo le depositó un millón 650 mil pesos a la fundación.
3.- Con ese millón 650 mil pesos, Anaya compró un terreno.
4.- En ese terreno, Anaya medio construyó un edificio.
5.- Luego, vendió en 7.8 millones ese terreno a medio construir.
6.- De esos 7.8 millones, Anaya devolvió al amigo el millón 650 mil pesos que le había depositado, más cuatro millones 909 mil pesos adicionales.
7.- El amigo empresario tomó su ganancia de seis millones 559 mil pesos y le depositó tres millones 350 mil pesos al segundo de Anaya en la fundación.
8.- Anaya disolvió la fundación.

Antes, se publicó que los Anaya tenían seis inmuebles valorados en 21.9 millones de pesos y los aumentaron a 33, valorados en 308 millones. Y él tuvo a su familia viviendo en Atlanta, a un ritmo de gasto mensual de 44 mil dólares en pasajes de avión, 42 mil de renta y 48 mil en colegiaturas.

Será el PRI, será el sereno. Pero Anaya sigue contando su dinero en público. Y seguirá.
Porque pareciera que lo fabrica, caray.