¿Y los castigos a maestros faltistas de la CNTE?

Cuatro días después del regreso a clases, escuelas en Oaxaca, Chiapas, Michoacán y Guerrero continúan cerradas a causa del paro de labores que mantienen los maestros adheridos a la CNTE. Sin embargo, a un par de días de que finalice la primera semana de clases del ciclo escolar 2016-2017, son cada vez más las voces que repudian las acciones de la Coordinadora y llaman a hacer cumplir el derecho a la educación de los niños en estas entidades.

Mientras la CNTE se empeña en mantener el paro y refuerza los bloqueos y plantones en Oaxaca y la Ciudad de México, al parecer la paciencia se agota pues ante la posibilidad del recrudecimiento de los ataques de la Coordinadora hacia las vías de comunicación, la Policía Federal envió esta semana 800 elementos para reforzar la seguridad en Oaxaca.

Por su parte, tanto Gobernación, como la Secretaría de Educación Pública (SEP), han conminado al magisterio a regresar a las aulas. El secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, afirmó que si la CNTE quiere diálogo, “no tiene otra opción que regresar a clases”. A su vez, el subsecretario de Planeación de la SEP, Otto Granados, informó que se iniciará el proceso de despido en contra de aquellos maestros que acumulen una cuarta falta.

Cabe recordar que el ciclo escolar comenzó apenas este lunes, pero los maestros adheridos a la CNTE no se han presentado a trabajar por estar en contra de la Reforma Educativa. Al respecto, la Ley General del Servicio Profesional Docente establece que si los profesores acumulan más de tres faltas consecutivas sin presentar una justificación pertinente, serán despedidos y este jueves los integrantes del magisterio  disidente acumularán su cuarta falta consecutiva.

De acuerdo con cifras oficiales y estimaciones publicadas en el periódico El Financiero, serían 60 mil 49 los maestros faltistas. Chiapas es la entidad con más miembros del magisterio disidente; alrededor de 30 mil. En Oaxaca serían 28 mil 101 maestros los que estarían en riesgo de despido, mientras que en Michoacán las cifras serían de mil 477 y en Guerrero de 471 docentes. Al respecto, algunos se preguntan: ¿Será capaz el Gobierno de aplicar la ley? ¿Le parecerá pertinente la justificación de los maestros de la CNTE para ausentarse de sus puestos de trabajo?

Además, el Gobierno y la SEP no son los únicos que presionan a la CNTE para que regrese a las aulas. En Oaxaca, la Asociación Estatal de Padres de Familia y la Coordinadora Estatal de Padres de Familia también han dado muestras del hartazgo de la sociedad civil por el conflicto magisterial. En el municipio de Huajolotitlán, padres de familia recuperaron la única escuela primaria de la localidad, y llamaron al gobierno a proceder con las destituciones de maestros que demande la Ley. Asimismo, padres de familia en Guerrero se dijeron dispuestos a obligar a los maestros faltistas a reponer las clases perdidas.

Así parece que la CNTE está quedando aislada. Gobernación y la SEP amenazan con descuentos y despidos, y la mentira de que el pueblo y los padres de familia están con la Coordinadora ya es insostenible ¿Acaso no es momento de que todas estas voces que se pronuncian contra la CNTE unan esfuerzos para exigir que se deje de lucrar con la educación?