Andrés Manuel López Obrador prometió que su gobierno no intervendría en asuntos internos de otros países y que respetaría la soberanía de las naciones.
Sin embargo, la política de “no intervención” se le olvida cuando sale en defensa de los dictadores latinoamericanos a quienes les ofrece asilo político cuando son “perseguidos” por la justicia cuando fallan en su intento por perpetuarse en el poder.
Evo Morales
Por ejemplo, en noviembre de 2019, el Gobierno de México le concedió asilo al boliviano Evo Morales, luego de estar 13 años en el poder.
Para ello, Morales Aymas renunció a la presidencia luego de que el general de las Fuerzas Armadas, Williams Kaliman, pidiera esta acción en aras de lograr la pacificación del país.
Morales había ganado la posibilidad de gobernar Bolivia por cuarto mandato consecutivo, sin embargo, la oposición acusó que dichos comicios fueron fraudulentas.
Tras presentar su renuncia, denunció que había una orden de aprehensión ‘ilegal‘ en su contra y que tanto su domicilio como el de familiares habían sido atacados.
Por lo anterior, el canciller Marcelo Ebrard confirmó que Evo pidió la condición de asilo político “verbal y formalmente”, por lo que México lo concedió.
Inclusive, en un acto poco común, AMLO envió una aeronave de las Fuerzas Armadas para que lo rescataran.
“Me siento muy orgulloso de encabezar un gobierno en donde se garantiza el derecho de asilo. Es un timbre de orgullo, por eso mi reconocimiento al secretario de Relaciones Exteriores, al cuerpo diplomático y a las Fuerzas Armadas. Yo di la instrucción de ofrecer el asilo y he estado pendiente. Afortunadamente cuento con un equipo de gobierno de primer orden”, remarcó.
Evo Morales estuvo unos meses en México y al salir del país agradeció al gobierno de AMLO por “salvarle la vida”.
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Pedro Castillo
Esta semana, la administración de Andrés Manuel le ofreció asilo político a Pedro Castillo, luego de intentar disolver el Congreso de Perú que se preparaba para destituirlo como presidente.
De acuerdo con AMLO, Castillo Terrones se comunicó a Palacio Nacional para solicitar ayuda a su gobierno y permitir su ingreso a la embajada de México en Perú.
En respuesta, se ordenó desplegar desde la cancillería todas las facilidades para recibir al expresidente, sin embargo, todo se quedó en intenciones y AMLO explicó por qué.
“Habló aquí a la oficina para que me avisaran de que iba hacia la embajada, pero seguramente ya tenían intervenido su teléfono y que iba a solicitar el asilo y que si le abrían la puerta de la embajada… Él ya ni siquiera pudo salir, lo detuvieron de inmediato”, declaró.
López Obrador insistió en que, si estuviera en sus posibilidades, ratificaría el asilo a Pedro Castillo por la “embestida” y “acoso” que ha sufrido desde que ganó la presidencia en julio de 2021.
Con información de Nación 321
MSA
