Steven Weber, un joven estadounidense murió ahogado mientras le proponía matrimonio a su novia durante unas vacaciones en Tanzania.
Él y su pareja, Kenesha Antoine, se alojaban en la habitación subacuática de un lujoso hotel flotante en isla Pemba, el cual se ubica a 10 metros de profundidad, en el océano Índico.
Fue allí donde aprovechó la ocasión para lanzarse al agua para bucear y pedirle que se casara con él por medio de un mensaje escrito en un papel a través de los cristales transparentes del cuarto.
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“No puedo contener la respiración lo suficiente como para decirte todo lo que amo de ti”, se leía en dicho mensaje.
Una vez mostró el escrito a través de la cristalera y sacó un anillo de su bañador, intentó regresar buceando a la superficie terrestre.
El problema fue que Weber sólo llevaba unas gafas de buceo y falleció por falta de aire.
