Además de comerse letras, agregar letras, la lentitud para hablar y hasta el acento tabasqueño, el presidente Andrés Manuel López Obrador nos “deleitó” esta mañana con su imitación de un borrego en su conferencia.
¿Cómo exigir que se comporte a la altura de su investidura si la gente no para de festejarle sus tonterías?
México se perdió en manos de los cretinos que votaron por esto. pic.twitter.com/CG16CwdClQ
— Miss Fernanda® (@MissFernandaMex) February 27, 2020
Aunque se ha quejado de que muchos quieran “manchar su investidura”, el que realmente hace el ridículo casi cada mañana es él quien, además de creerse muy gracioso, despotrica en contra de otros gobiernos cuando el suyo cada vez va en picada.
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Y es que, previo a su curiosa imitación, el mandatario afirmó que la utilización de incentivos para obtener el voto es pura “politiquería”, aunque habrá que recordarle sus becas para ninis, la entrega indiscriminada de programas sociales, las semillas mal entregadas al sector agrario y su repentino agrado del sector empresarial no suenan a más que populismo para, precisamente, obtener votos.
