Ernestina Godoy, procuradora de Justicia de la Ciudad de México, cometió el “ridículo” en plena conferencia, cuando al afirmar que el caso del estudiante Leonardo Avendaño se trataba de un homicidio y no de un secuestro, dado que el tiempo que estuvo desaparecido, su familia no recibió ninguna llamada solicitando el pago del rescate.
“No fue secuestró, es un homicidio”, aseguró la funcionaria en conferencia de prensa, en la que se le vio agobiada y cansada, al grado de confundir datos y fechas. “¡Ay, es que ya no sé ni en qué día vivo!”, justificó.