¡Venezuela es una dictadura militar!: Las pruebas

La presencia militar durante el gobierno de Nicolás Maduro en Venezuela, aumentó en el último año, lo que se traduce en un control casi absoluto por parte de las Fuerzas Armadas.

La presencia militar durante el gobierno de Nicolás Maduro en Venezuela, aumentó en el último año, lo que se traduce en un control casi absoluto por parte de las Fuerzas Armadas.

De acuerdo con el informe de Corrupción 2017, elaborado por la organización no gubernamental Transparencia Internacional y publicado este lunes por el diario La Razón, de los 32 ministerios operativos en noviembre del año pasado, doce de ellos se encuentran bajo la responsabilidad de personal castrense (37.5 por ciento).

Entre las carteras bajo el mando militar, se encuentran las concernientes a electricidad, vivienda, transporte, obras públicas, agua y alimentación, además de la de Relaciones Interiores, Justicia y Paz, así como –por obviedad– el de la de Defensa.

Dicho control ha permeado incluso, cargos de elección popular, como las gubernaturas, advierte el reporte.

A pesar de que la incorporación del Ejército a posiciones políticas es parte del legado del fallecido Hugo Chávez, Maduro ha entregado a los cuarteles un poder que alcanza todos los estratos del aparato administrativo.

Una prueba reciente es el control que tiene el Ejército en la distribución de alimentos en Venezuela. La semana pasada, el gobierno publicó en la Gaceta Oficial, una serie de resoluciones que depositan más atribuciones en dicha materia al sector castrense, entre ellas la creación del Comando de Abastecimiento Soberano.

Así, el régimen de Nicolás Maduro, más débil e inmerso en una grave crisis social, política y económica, se vería obligado a un aumento de su dependencia del sector militar para garantizar la gobernabilidad.

Maduro depende del Alto Mando y a eso se debe que hay tenido que ceder tanto control, hasta el punto de otorgarle nuestro sector económico más importantes, que genera más de 95 por ciento de las divisas”, concluyó José Alberto Olivar, investigador de la Universidad Simón Bolívar.

Nicolás Maduro pone en jaque a la ciudadanía y a sí mismo. El control castrense sobre lo civil se profundiza, mientras ya no hay vuelta atrás, dado que el régimen necesita dicho apoyo para mantenerse.