UNAM rechaza a 93% de aspirantes; AMLO quiere que los acepte a todos

FOTO: MARÍA JOSÉ MARTÍNEZ /CUARTOSCURO.COM

Nueve de cada 10 jóvenes que realizaron el examen de admisión en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) no lograron obtener un espacio para ingresar a estudiar una licenciatura.

La UNAM aceptó únicamente a 8.7 por ciento de los aspirantes, es decir, de los 65 mil 890 jóvenes que realizaron la evaluación, solamente 6 mil 310 lograron su ingreso.

Este fue el segundo examen de admisión del año que realizó la UNAM, en el que un total de 221 mil 364 estudiantes se presentaron a la prueba, de los que únicamente fueron elegidos 16 mil 127 aspirantes. Un 93 por ciento de los que intentaron formar parte de las aulas universitarias no lo consiguieron.

La realidad es cruel. No hay lugares suficientes en la Máxima Casa de Estudios, así como en otras instituciones del país, mismas a las que el virtual Presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, quiere imponer a como dé lugar y en seguimiento de su falsa promesa, tener vacantes suficientes para cada uno de los aspirantes.

AMLO pretende ordenar a las universidades autónomas a modificar sus métodos de ingreso y llevar a cabo una utopía en la que todos los aspirantes deben ingresar al ciclo superior.

Es claro que la educación es un derecho fundamental y constituida además en nuestra Carta Magna. Sin embargo, para llevar a cabo tal fin es necesario continuar con la Reforma Educativa, seguir las evaluaciones y las calificaciones mínimas aprobatorias a docentes y estudiantes.

Hace unos 30 años, Corea del Sur y México tenían en las aulas superiores al 25 por ciento de sus respectivas juventudes. Hoy, el país asiático tiene el 65 y nuestro país se ubica en el 28 por ciento. No es un secreto que, la política educativa en territorio nacional fue dejada de lado por décadas, hasta la aparición de la actual reforma.

Además, existen problemas presupuestales que tienen que ser solventados en primer lugar, para que el planteamiento de AMLO, apenas y comience a ver sus primeros indicios de luz. El tabasqueño no solamente ha planteado la posibilidad de que no haya ni un rechazado de instituciones como la UNAM o el IPN. Además propone la creación de más de 100 universidades.

Esas mismas “universidades patito” que AMLO creó cuando era jefe de Gobierno capitalino –Universidad Autónoma de la Ciudad de México–, la cual fue inaugurada en 2001, pero desde entonces ha gastado una enorme suma de dinero y anualmente, aproximadamente cinco de cada 100 estudiantes egresan de la flamante institución.

Apenas a 7 días de haber ganado la elección presidencial del 1 de julio, López Obrador sostuvo un encuentro con el rector de la UNAM, Enrique Graue, quien recordó al tabasqueño que su planteamiento era imposible de llevar a cabo.

“Sería imposible  aceptar a todos los aspirantes, la Universidad no podría recibirlos, lo ideal es que todo el mundo tenga la capacidad en la educación superior, la matrícula del bachillerato debería ser alrededor de 5 millones de jóvenes, pero la de educación superior en México es de 3 millones, no podríamos subir 2 millones de inmediato, pero sí podríamos hacer un proyecto para crecerla”, dijo en aquella ocasión.