En su afán por concentrar el poder, el presidente Andrés Manuel López Obrador eliminó programas sociales que sí servían, doblegó y eliminó instituciones y contrapesos del gobierno.
Con tal de imponer su voluntad autoritaria, al mandatario tabasqueño no le importó poner en riesgo el futuro de las próximas generaciones y la estabilidad social y económica de las familias mexicanas.
López Obrador tuvo la oportunidad de darle continuidad a proyectos que hubieran encaminado a nuestro país a un proceso de modernización; sin embargo prefirió debilitar el arreglo institucional que costó años construir.
Así lo aseguró Isaac Katz en su columna “Debilidad estructural”, en donde expuso que México carece de una estructura institucional que permita un proceso sostenido de desarrollo para los ciudadanos.
“La explicación de tan pobre desempeño radica en realidad en una sola cosa: la debilidad institucional estructural que tiene México y que, por lo mismo, no ha provisto los incentivos correctos y alineados con el objetivo de altas y sostenidas tasas de crecimiento económico”, expuso.
Recordó que en las últimas décadas, se ha trabajado para mejorar el arreglo institucional de nuestro país, con el objetivo de hacer a la economía más eficiente; cómo ejemplo expuso la creación de instituciones como el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) y la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece) , así como la firma del TLCAN.
Fue allí que se lanzó contra AMLO al señalar que prefirió debilitar dicho arreglo, lo cual ha puesto en riesgo la estabilidad económica de nuestro país.
“El resultado de sus acciones está a la vista: una economía que es hoy estructuralmente más débil que hace cuatro años y, por lo mismo, con una menor capacidad de desarrollo”, subrayó.
A continuación puede consultar el texto completo.
Con información de El Economista
MSA
