Con el llamado “Plan B” de la Reforma Electoral del presidente Andrés Manuel López Obrador, Morena quería un Instituto Nacional Electoral (INE) a modo, que no castigue sus delitos electorales e incline la balanza a su favor en los próximos comicios.
Sin embargo, un árbitro parcial no sólo sería perjudicial para los partidos de oposición, ni para los mexicanos, quienes no tendremos la certeza de que las elecciones sean justas, transparentes y certeras; sino también para el propio partido guinda, debido a las luchas internas que hay por la carrera de las “corcholatas” para ganar la candidatura presidencial.
Este tema lo aborda Leticia Robles en su columna “El riesgo de un árbitro parcial”, en donde señala que los intentos de Morena por controlar al INE podría resultar en un balazo en el pie.
“Los consejeros filomorenistas tomarán partido por una de las corcholatas en perjuicio de las otras tres”, escribió.
Por otro lado, alertó que los cambios que propone AMLO para modificar las leyes electorales, con tal de beneficiar a su partido, traerán un caos que difícilmente se podrá corregir.
“La presencia de más filomorenistas en el Consejo General del INE, como su nueva presidenta (Guadalupe Taddei Zavala), hacen prever que puede irse por un camino de relajación en la observancia de las reglas y permitir que estos excesos”, subrayó.
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Con información de Excélsior
MSA
