Esa insistencia del presidente Andrés Manuel López Obrador de querer hacer consultas populares por todo, lo ha orillado a querer enjuiciar hasta a expresidentes, bajo el argumento de castigar sus actos políticos que no favorecieron a los mexicanos.
En ese sentido, el medio inglés The Economist, volvió a criticar las acciones del mandatario mexicano, esta vez lo comparó con Cantinflas, creado por el cómico mexicano Mario Moreno Reyes, pues acusa que su consulta popular es parte de un espectáculo para llevar a juicio a sus predecesores y que la pregunta a juicio no es nada objetiva. O sea, cantinflea con su acto “populachero”.
“¿Está de acuerdo o no en que se lleven a cabo acciones adecuadas de acuerdo con el marco constitucional y legal para emprender acciones de esclarecimiento de decisiones políticas tomadas en el pasado por actores políticos, encaminadas a garantizar la justicia y los derechos de las posibles víctimas?”, esa es la pregunta con la que se busca enjuiciar a los últimos cinco expresidentes de México.
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Sin embargo, se nota que es un cuestionamiento nada objetivo, pues en ningún momento menciona un juicio directo a los predecesores de AMLO, pero éste último insiste en que la pregunta debe interpretarse de la siguiente manera:
“¿Quieres que se investigue y de confirmar que se juzgue a los expresidente Carlos Salinas, Ernesto Zedillo, Vicente Fox, Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto? Sí o no”.
O sea, ¿sí pero no? pareciera que AMLO cantinflea con la pregunta a juicio, y de acuerdo con la Real Academia Española (RAE), “cantinflear” es sinónimo de un habla sin contenido, sin sentido o, como decía la lexicógrafa María Moliner, que se refiere a una actitud “absurda o desparpajada”.
Por ello, el medio inglés lanzó una pregunta al mandatario mexicano, “¿debería estar autorizado para orquestar una especie de juicio espectáculo no oficial de sus cinco predecesores más recientes y sus subordinados?”.
En resumen se trata de una consulta “populachera”, plagada de dudas, con una pregunta extremadamente ambigua que abre la puerta a un abanico de interpretaciones y diferentes usos políticos de los resultados que amenazan con desnaturalizar cualquier efecto jurídico.
SG
