Este miércoles 16 de enero, el diario “La Razón” publicó el testimonio de “Aldo”, un presunto huachicolero, que opera en los estados de Puebla y Veracruz, respectivamente.
Además de las de sus recuerdos, su pertenencia a un negocio ilícito que le dejaba ganancias de 40 a 50 mil pesos al día para él sólo y otras cosas más, destacó algo muy importante. La complicidad de trabajadores de Pemex en el huachicoleo.
Aldo, quien afirma tener 29 años de edad, indica que personal de Pemex les avisaban cuando por los ductos pasaba gasolina, ahora por la estrategia gubernamental, ya nadie quiere colaborar con ellos.
“ahorita se está poniendo cabrón para robar gasolina, porque antes nos avisaban desde arriba, gente de Pemex que estaba adentro, pero ahora ya no quieren meterse en pedos, ya no, y volvimos al inicio: mandamos gente a quedarse ahí en los ductos todo el día para vigilar cuando pase la gasolina. La neta ya estamos chispando siete, ocho contenedores”, comenta Aldo.
Aldo, comenta todo el proceso de ordeña de ducto, desde la perforación, soldadura de las llaves que permiten sacar el combustible y el estudio que se hace para detectar lo que lleva el ducto, desde diésel, gasolina o gas lp.
Aparte de los actos de corrupción dentro de la paraestatal, Aldo menciona que las policías municipales y estatales aún siguen en el esquema de corrupción, ya que estos se hacen de la “vista gorda” por 50 mil pesos.
“Todavía los municipales y estatales aceptan mordida, apenas salimos yo y otros tres de ese pedo, dimos 50 kilos (50 mil pesos) cada quién”, dijo.
Por ello la maraña de trampas, corrupción y cohesión social de los pueblos en donde operan huachicoleros es un tema complejo, algo que la estrategia del gobierno de Andrés Manuel López Obrador no vio venir.
Este es un gran testimonio para ver la dimensión de fenómeno, que no sólo afecta a los automovilistas -consumidores finales-, sino es un tema de corrupción que a través de una actividad ilegal genera adeptos en los lugares donde se lleva a cabo esta actividad.
Aquí puede ver la entrevista completa en La Razón
