Tamaulipas; sí hay condiciones para la elección: Sánchez Lara

El secuestro del futbolista Alan Pulido regresó a Tamaulipas al corazón del espectro mediático.

Una vez más, muchos hablan de los niveles de secuestro, de la descomposición social y de la ausencia de autoridad que son –al día de hoy–, el sello distintivo de la escena tamaulipeca.

Es por eso que, una vez más, algunos se preguntan, ¿es viable organizar una elección en estados como Tamaulipas?

Para el Maestro Gerardo Rodríguez Sánchez Lara, profesor de seguridad en la Universidad de las Américas, la respuesta es sí.

En entrevista para La Otra Opinión, Sánchez Lara recordó que la inseguridad es un tema politizado.

Por eso no sorprende que muchos vean en el secuestro de Alan Pulido una estrategia de corte electoral.

Sin embargo, más allá de estas versiones, Sánchez Lara comentó que es necesario analizar el hecho en particular y el lugar que ocupa en el contexto general.

En el primer caso, el experto aventuró que el plagio pudo obedecer a un intento de robo de auto. Después de todo, en 2014, el robo de vehículos fue el delito más frecuente en la entidad y hoy día, la extorsión ocupa el puesto número uno. Es decir, que en una entidad donde el secuestro está a la orden del día y donde las bandas criminales –algunas sin mucha experiencia–, intentan hacer dinero con secuestros ya de empresarios, ya de encuestadores; entonces no sorprende que Alan Pulido –quien conducía una lujosa camioneta–, fuera interceptado y levantado por criminales que, probablemente, no sabían a quién secuestraban.

Ahora, en la escena general, Gerardo Rodríguez Sánchez Lara argumentó que el secuestro de Pulido no vulnera la elección. En opinión del experto, la situación de inseguridad en Tamaulipas está lejos de los niveles de emergencia de hace meses; la acción de las fuerzas federales ha tenido un efecto positivo y el plagio del deportista quedará superado para el domingo cinco de junio.

Es así que para Sánchez Lara, la gente irá a votar y dejará ver que el Tamaulipas de hoy –aunque está lejos del ideal–, tampoco es el estado en crisis de hace seis años.