Sospechoso silencio de la CNDH sobre corrupción en derechos humanos

Por donde se vea, resulta sospechoso el silencio de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) –y de las dependencias estatales–, ante el trabajo periodístico que hemos publicado en el Itinerario Político.

Desde el lunes 11 de abril, documentamos el grosero modus operandi de organizaciones que dicen defender los derechos humanos pero que, en realidad, apuestan por la impunidad, la ilegalidad y la trampa.

¿Por qué la CNDH guarda silencio sobre la señora Mariclare Acosta quien, presuntamente, encabeza una mafia que saquea millones de pesos de dinero público y libera a algunos de los peores criminales y secuestradores?

¿Por qué la CNDH guarda silencio ante las evidencias de corrupción a su interior?

¿Por qué la CNDH guarda silencio ante el caso de una mujer detenida con cinco kilos de marihuana –en marzo de 2011–, y que asesorada por la señora Mariclare Acosta alegó tortura y –gracias a una recomendación de la Comisión–, recibió 4 millones por reparación de daños?

¿Por qué la CNDH guarda silencio ante la detención de 25 personas –2 civiles y 23 policías municipales de Tijuana–, que tendrían vínculos con el crimen organizado y que –gracias a la asesoría de Mariclare Acosta–, recibieron casi 17 millones de pesos del Fondo para Reparación a Víctimas?

¿Por qué la CNDH guarda silencio frente a los poco más de 20 millones de pesos del Fondo para la Reparación del Daño a Víctimas que la señora Mariclare Acosta cobró por sus “asesorías”?

¿Por qué la CNDH guarda silencio frente a los más de 100 millones de pesos, de dinero público, que se llevan secuestradores y homicidas como indemnización por, presuntamente, violaciones a sus derechos humanos?

¿Por qué la CNDH guarda silencio frente al grupo de amigos que –en complicidad–, trabajan en toda la cadena social e institucional –nacional y extranjera–, de derechos humanos, y que presuntamente saquean dinero público, al tiempo que liberan criminales?

¿Por qué la CNDH guarda silencio frente a la manipulación mediática de casos –como Tlatlaya o Iguala–, que facilita la obtención de millones de pesos por concepto de reparación de daños?

¿Por qué la CNDH guarda silencio frente a la mafia defensora de DH que consigue sentencias de “reparación del daño” en meses; y no años como generalmente ocurre?

¿Por qué la CNDH guarda silencio frente a los cuatro secuestradores detenidos en flagrancia que, luego de alejar tortura, recuperaron su libertad y recibieron millones por reparación de daños?

¿Por qué el silencio?

¿Hasta cuándo?