Sinaloa, es una entidad controlada por el crimen organizado y no por las autoridades.
“No pasó nada”, dijo el presidente Andrés Manuel López Obrador sobre el narcorretén en la carretera Badiraguato-Guadalupe y Calvo en el que fue detenido un grupo de periodistas que cubrían su gira por Sinaloa… y tal parece que tiene razón.
Por esa región del país, no pasó ni el Ejercito, ni la Marina, ni la Guardia Nacional, mucho menos la policía estatal o las policías municipales.
Tampoco pasaron ni el marco legal ni el Estado de derecho, pues se trata de una región que claramente es controlada por el crimen organizado y no por el Estado mexicano.
Cabe señalar que tampoco han pasado por ahí el gobierno estatal encabezado por el morenista Rubén Rocha Moya, quien tomó posesión en noviembre y seis meses después no ha visto o no quiere ver que en amplias zonas de su estado la ley es sólo un concepto.
Sin embargo, lo más grave es que el “Triángulo Dorado“, ese al que el Presidente quiere que se le cambie el nombre a el “Triángulo de la Gente Buena y Trabajadora”, es solo un ejemplo de muchos territorios del país en los que no pasa nada… hasta que pasan cosas terribles.
Aunque el gobierno de López Obrador no lo quiera ver de esa manera, Sinaloa, es una entidad controlada por el crimen organizado y no por las autoridades.
Con información de Reforma
JZ
