Para la oposición, Claudia Sheinbaum, candidata presidencial de Morena, será un títere con el cual el presidente Andrés Manuel López Obrador seguirá ejerciendo el poder.
Sin embargo, los aplaudidores de la Cuarta Transformación han tratado de desmentir ese señalamiento al recordar que durante la pandemia de coronavirus, Sheinbaum, cuando era jefa de Gobierno de la Ciudad de México, implementó políticas contrarias a las del mandatario tabasqueño para manejar dicha crisis sanitaria.
“Tienen (Sheinbaum) una relación de colaboración, no es de sumisión”, dijo un miembro del equipo de la morenista a Reuters.
De acuerdo con la agencia de noticias británica, Sheinbaum Pardo ha llevado a cabo una campaña cautelosa, cuidando de no criticar a López Obrador, a quien catalogan como su “patrocinador político”.
“López Obrador, una figura descomunal y polarizadora que es a la vez su mentor y la fuente de gran parte de su apoyo electoral”, expresó Reuters.
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Asimismo, un miembro del equipo de Sheinbaum aseguró que la morenista no gobernará como una “títere” y que centrará su atención en temas cómo el medio ambiente y la energía, la seguridad e incluso la corrupción, “manteniendo al mismo tiempo la visión económica del presidente principalmente liderada por el Estado y los programas de bienestar clave”.
Sin embargo, para Agustín Basave, Sheinbaum enfrenta un delicado “acto de equilibrio” entre sus propios objetivos políticos y mantener el legado de AMLO, quien, aseguró, ejerce una influencia considerable en Morena.
“Si gana tendrá una lucha interna entre su lealtad genuina a López Obrador y su realidad de no tener su propio capital político porque no tiene su fuerza”, dijo.
En ese sentido, el exdirigente del PRD afirmó que los primeros años de gobierno de Sheinbaum podrían ser limitados debido a la influencia que López Obrador ejercerá sobre ella.
Con información de US News y Reuters
MSA
