SER MUJER EN UN PAÍS MACHISTA

Dra. María Elena

Se define machismo como un conjunto de creencias, actitudes, conductas y prácticas sociales englobadas en una ideología que afirma la superioridad del hombre  sobre la mujer y sobre el varón homosexual.

En nuestro país, en donde culturalmente se alienta el machismo, el hombre necesita sentir y demostrar su superioridad mediante la hostilidad y violencia hacia la mujer, de quien no tolera sentir su superioridad.

Ser mujer y vivir en un país machista, es vivir en donde se comete una de las violaciones más graves a los derechos humanos, la violencia contra las mujeres y las niñas y que además es extendida, arraigada y tolerada.

Diferentes autores consideran al feminicidio como una categoría amplia que comprende toda una serie de actos violentos: tortura, violación, prostitución, trata de blancas, acoso sexual, abuso sexual infantil, infanticidio y toda política tolerada por el Estado que derive en la muerte de mujeres.

Ser mujer y vivir en México es ser susceptible de ser parte de la estadística que integran más de 12 millones de mujeres que soportan el terror al interior de sus casas y en la intimidad de su relación. Al rededor de 8,000,000 han sido asfixiadas, cortadas, quemadas, y las que no encontraron la muerte, han reconocido padecer diferentes alteraciones emocionales siendo el trastorno predominante la depresión.

Las mujeres violentadas quedan atrapadas en una relación que poco a poco las va destruyendo pero de la que se siente  imposibilitada a abandonarla por diferentes factores, entre  los más comunes se encuentran: el temor a represalias, falta de otros medios de apoyo económico, preocupación por sus hijos, falta de apoyo de familiares y amigos, amenaza de pérdida de la custodia de los hijos asociadas con el divorcio y el miedo por el aumenta de la violencia y la fuerza “bruta” del agresor.

Ser mujer y vivir en México es no contar con  programas de apoyo que les facilite salir de la trampa de violencia en que se encuentran cautivas, que no se castigue a los que cometen feminicidio y  tampoco existan acciones concretas para combatir la violencia de genero. 

Ser mujer y vivir en México es enfrentarse a la gran ironía que cuando la mujer logra salir del atoramiento de violencia por parte de la pareja y logra demandar a su verdugo, se topa con un Estado, con leyes y con una sociedad misógina que al hombre le permite el ejercicio de la violencia y que le disculpa cualquier delito hasta el de ser el asesino de una mujer.

Ser mujer y vivir en México es sentir la impotencia y padecer de grandes temores que afectan la vida cotidiana y limitan sus libertades.

Pero que sin embargo, ser mujer y vivir en México, es encontrarse con la fuerza de la mujer, de lo femenino la cual quedó plasmada una vez más en la marcha de mujeres del día de ayer.

Una expresión de las mujeres en donde quedo de manifiesto la solidaridad ante el dolor por la ausencia, y la evidencia de como este dolor, el coraje, la frustración ante la injusticia, la no resignación ante las perdidas, se transforma en una gran fuerza que lleva a las mujeres a seguir actuando contra la violencia de genero.