En plena cuesta de enero se dio a conocer que los legisladores del Senado de la República desembolsaron 254 millones 823 mil pesos para darle una “manita de gato” a la Cámara Alta que ya llevaba 9 años sin recibir mantenimiento.
“Son indispensables para garantizar la protección civil y operatividad del recinto”, detalló la Secretaría General de Servicios Administrativos en su reporte.
Asimismo, en el escrito explican que el dinero destinado a la renovación del recinto se obtuvo gracias a la austeridad republicana y serán ocupados para instalar seis elevadores, el cambio de 20 mil 260 metros cuadrados de alfombra por pisos vinílicos, la reparación de goteras y filtraciones, así como la instalación de un sistema contra incendio y aire acondicionado.
Aunado a ello, los fondos serán utilizados para actualizar los instrumentos de asistencia y votación; además de la renovación del sistema de luminarias.
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De acuerdo con el comunicado del Senado, la restauración de su espacio de trabajo era una actividad “impostergable” debido a que las averías “representaban un riesgo para la seguridad, la integridad física y la salud de las personas”.
