Senado de Argentina rechaza la despenalización del aborto

Con una votación de 38 senadores en contra, 31 a favor, 2 abstenciones y 1 ausente, el Senado de Argentina rechazó la legalización del aborto que la Cámara de Diputados previamente ya había aprobado.

Por lo anterior, la iniciativa que ya había dado un gran paso, deberá esperar por lo menos un año para que pueda volver a ser retomada.

La decisión alegró a quienes se oponían a la legalización del aborto, mientras que quienes la apoyaban reaccionaron con tristeza y rabia, e incluso lanzaron piedras y quemaron basura.

El pasado 13 de junio, la Cámara de Diputados aprobó la Ley que permitía la Interrupción Voluntaria del Embarazo hasta la semana 14 de gestación, o después de ese plazo, pero sólo ante peligro de la madre y por enfermedad incurable del feto.
La Ley debía ser ratificada o rechazada por el Senado, que tradicionalmente es un órgano legislativo más conservador, pero en el camino entre ambas Cámaras la discusión se tornó más áspera y quedó marcada por las presiones de las iglesias católicas y evangélicas a los senadores.
Los senadores que votaron a favor insistieron en que este era un proyecto de salud pública y de derechos humanos que, tal y como lo ha hecho en el resto de los países en los que el aborto ha sido legalizado, podría evitar la muerte o condena y estigmatización de miles de mujeres.

Mientras que, la vicepresidenta de Argentina y presidenta del Senado, Gabriela Michetti, una ferviente militante católica, se granjeó una serie de críticas por su manejo de una sesión que definía un capítulo decisivo en la historia del feminismo en América Latina.