Desde su campaña electoral, Andrés Manuel López Obrador prometió que transformaría el sector salud para que México tuviera en tres años servicios médicos similares a los de Suecia.
Para ello, anunció la creación del Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi), el cual no garantizó que ningún mexicano se quedaría sin atención médica y los medicamentos fueran gratuitos.
Han pasado sólo dos años y a lo largo de todo ese tiempo hemos visto cómo el mandatario tabasqueño ha hecho todo lo contrario para mejorar este rubro, ya que entre recortes presupuestales, medidas de austeridad y su “combate a la corrupción” la 4T no sólo desmanteló el sector salud, sino que lo empeoró.
Por ejemplo, en mayo de 2019, Germán Martínez presentó su renuncia como director general del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS); por medio de una carta denunció una injerencia en el manejo de las finanzas del instituto por parte de la Secretaría de Haciendo y Crédito Público (SHCP), la cual era presidida en ese entonces por Carlos Urzúa.
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Asimismo, en ese mismo mes, López Obrador le ordenó a la SHCP congelar, por motivo de sus medidas de austeridad, 794 millones 337 mil 423 pesos del presupuesto asignado a 26 institutos, hospitales y centros de alta especialidad; así como reducir el 30 por ciento de los gastos operativos respecto a los montos aprobados y 50 por ciento los relativos a servicios personales, desde viáticos y comidas hasta subcontrataciones de servicios a terceros, como son pruebas de laboratorio, recolección de biológicos infecciosos, químicos y no infecciosos.
Ello explica porqué los padres de familia con niños con cáncer se manifestaron en varias ocasiones en los accesos del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) para exigirle al actual gobierno que les garantizara la entrega de los tratamientos a sus menores.
Ya que este desabasto de medicamentos se debió a que los hospitales no contaban con los recursos para adquirir los insumos médicos, todo ello a causa de que el gobierno de AMLO les canceló recursos.
Inició el 2020 y con ello también inició operaciones el tan esperado y polémico Insabi con el cual oficialmente ponía fin al Seguro Popular.
Desde el miércoles 1 de enero de este año, el actual gobierno aseguró que con este instituto se mejoraría el sector salud y atendería a cerca de 69 millones de mexicanos sin seguro social.
Sin embargo, este instituto presidido por Juan Antonio Ferrer Aguilar inició con muchas irregularidades, deficiencias, problemas con los trabajadores del sector salud, desabasto de medicinas y una falta de reglas de operación.
Además, no hay que olvidar que miles de mujeres de la Fundación de Cáncer de Mama (Fucam) se quedaron sin sus tratamientos gratuitos esto tras la cancelación del Seguro Popular y a que el Insabi no llegó a un acuerdo para que se siguiera dando de forma gratuita estos costosos servicios.
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Ahora, todos estos problemas que han marcado al Insabi se agravara debido a la pandemia del coronavirus, ya que no ha sido capaz de brindarle atención médica a todas aquellas personas infectadas.
Incluso, su titular Ferrer Aguilar ha señalado que no cuentan con el personal, ni con los insumos, ni con la infraestructura y espacios suficientes para atender la demanda.
Estos deficiencias sumada a la estrategia fallida del subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell, provocaron que la curva de contagios y de muertes por COVID-19 siga aumentando y hasta el momento está pandemia haya cobrado la vida de más de 62 mil personas y más de 580 personas están contagiadas.
Por último, no hay que olvidar que durante toda esta pandemia, López Obrador ha preferido destinar recursos para salvar sus fallidas e inservibles megaconstrucciones faraónicas y sus programas sociales plagadas de corrupción que sólo sirven para comprar seguidores, en vez de destinar dinero para solucionar los problemas del sector y más en estos tiempos de COVID-19.
A este escándalo se suma la polémica en torno a la contratación de miles de doctores cubanos para atender a pacientes con coronavirus.
Hasta ahora no se sabe en qué hospitales cooperaron y a cuántas personas ayudaron, lo único que se conoce es que la 4T les dio un sueldo millonario de 135 millones de pesos, lo cual contrasta con la falta de apoyos, de recursos e insumos para los médicos mexicanos quienes han sido objeto de ataques y discriminación y al mismo tiempo han dado su vida para evitar que más personas mueran a causa del nuevo virus SARS-CoV-2.
¿Este era el ideal de AMLO de contar con un sistema de salud de primer mundo?
MSA
